Reflexión N° 139 - La República Argentina

La Nación Argentina es una de las muchas repúblicas que produjo la Revolución Francesa, pero no logró una maduración completa de sus propuestas iniciales, Libertad, Igualdad, Fraternidad, que otros países alcanzaron en los siglos pasados. Diferente a otras naciones americanas de grandes dimensiones, Estados Unidos, Canadá, Brasil, que se gestaron de otra forma, sufriendo esclavitud hasta mediados del siglo XIX y hablan otros idiomas, no tiene un rostro que la identifique, sino muchos, tal vez máscaras de teatro que van cambiando periódicamente según circunstancias extrañas que no han sido identificadas. Cuando escriben sobre ellas, se refieren a una sola, tal vez dos, como el Facundo de Sarmiento, pero no todas. Si hay que mencionar una característica que sobresale habría que referirse a la “España Invertebrada”, de Ortega y Gasset y las tendencias oscuras a la desarticulación, no ya territorial que sucedió en el siglo XIX, sino a la incoherencia social dominante en estos días de caos violento. ¿Hay retorno hacia una estabilidad continuada en un futuro próximo? Creemos que no. ¿Existe la Argentina como nación? Creemos que no. Han ocurrido fenómenos sociopolíticos reiterados en el siglo pasado, extremos, y en estos años del siglo XXI han cruzado la raya de la lucha de clases y los habitantes argentinos se enfrentan unos a otros irracionalmente, haciéndose un daño gravísimo.

Es imposible comprender lo que sucede en este país si no se investigan las fuerzas ocultas que lo gobiernan. Es un país rico en recursos naturales de toda especie, minerales, alimenticios, hídricos, paisajes turísticos espléndidos desde las cataratas del Iguazú hasta los lagos de la Patagonia, buen nivel cultural con educación libre en todo el territorio, obras sociales para todos, ciudades espléndidas. La disconformidad de vivir en la Argentina es general, cualquiera sea el nivel económico y la gente corre tras las ilusiones de la propaganda; los profesionales egresados de Universidades con trabajo inmediato emigran a Europa y Estados Unidos soñando fantasías, los campesinos con buena rentabilidad actual de sus chacras se trasladan a las ciudades, los marginados terminan en villas miseria sin servicios básicos, asisten a los partidos de fútbol y pasean o mendigan por las avenidas. Y si viven en Buenos Aires, también en las principales ciudades, juntan dinero todo el año para veranear en Mar del Plata, vacaciones de invierno en Bariloche o Cataratas o un crucero, según lo que consigan. Pero nadie está conforme con lo que tiene. La población en general sufre un síndrome de híper crítica a la vida.

Estas son informaciones que publican los diarios y la televisión todos los días, pero con éstas solamente se sufre, no se comprende ni se corrige nada de la vida familiar y la gestión de los gobernantes. No hay diferencias de calidad humana entre los villeros y los gobernantes. ¿Acaso los dirigentes no organizan y encabezan en las últimas décadas las fuerzas destructivas y violentas de la sociedad argentina? ¿Estamos ante un suicidio colectivo? Los dirigentes tienen mucho poder, la policía, las leyes, manejan presupuestos multimillonarios sin ningún control, y los analistas socio políticos no explican satisfactoriamente los sucesos. Nosotros intentaremos un análisis de lo ocurrido en los últimos años en nuestro país dentro del escenario histórico del cambio de Razas y las Enseñanzas del Maestro Santiago Bovisio.

Las Razas, las Naciones, los hombres particulares traen, al momento de nacer, una misión, una obra específica a realizar, diferentes unas de otras. Tienen predestinación. Las escuelas históricas materialistas no creen en esto, sino en los fenómenos puros, lucha de clases, guerras, competencia comercial y dinero, la casualidad y el azar. Las escuelas históricas tradicionalistas con pensamiento deductivo y una concepción politeísta de la realidad, sostienen el plan divino, la unión de los Grandes Iniciados, el Ired, y la misión innata de cada uno, hombres o instituciones. En la vida no existe la casualidad ni en la caída de una hoja durante el otoño. Todo está sujeto a las leyes universales y los Anales Akásicos de la Gruta de Ras registran el testimonio de los acontecimientos humanos. De esta predestinación surge la variabilidad y la evolución histórica. Los animales no tienen historia porque no tienen mente individual que les permita realizar una obra. Los leones son iguales unos a otros en los pastizales africanos desde que se los conoce; sus mentes son colectivas, destinadas a preservar la continuidad de la especie. Lo mismo puede decirse del reino vegetal. Los Ángeles tampoco tienen historia; son emanaciones desde el comienzo de la creación del Sistema Solar. En cambio los hombres tienen historia que cumplen un nacimiento tras otro porque una vida es insuficiente para realizar la predestinación.

En la historia vemos, cuanto más atrás más claro, las obras de los hombres públicos. Actualmente se comprende la tarea de Julio César a pesar de sus contradicciones: la creación del Imperio Romano. Igualmente comprendemos los viajes de Colón, los descubrimientos de Galileo, los quantas de Max Planck, la música de Wagner, etc. Con el inmenso trabajo crítico de los investigadores históricos podemos estudiar y explicar la Historia de la Civilización Cristiana hasta sus momentos finales que están ocurriendo a partir de la Segunda Guerra Mundial. Con el principio de predestinación podemos darnos cuenta y comprender por qué se crearon las bombas atómicas y para qué destruyeron ciudades en el Japón, iniciando el holocausto de una civilización que ya cuenta con 7000 millones de personas.

El Manú Vaivasvata fundó la Raza Aria hace 120 mil años y la Orden del Fuego Astral protegió el cumplimiento de su misión final: la armonía del espíritu con la materia. Sucedieron cinco Sub Razas hasta ahora y el plan divino se cumple fielmente. La Orden del Fuego siempre tuvo representantes encarnados en la Tierra guardando los principios de la Idea Madre de la Raza. En 1925 Chef, Orden Europea de origen inmemorial con residencia en Venecia, envió misioneros a diversas partes del mundo para proteger y divulgar estos principios. Santiago Bovisio fue destinado a América, precisamente a Buenos Aires. Otros fueron a otras regiones, pero no se conoce su destino. El Fascismo persiguió a la Orden italiana, encarceló a su director, Giovanni Venibieni, donde murió antes de la guerra. En las manos del Maestro Santiago estaba el legado de la Raza, con el Poder de la Gran Corriente, las Enseñanzas, Ceremoniales, Himnos y la asistencia de los Maestros Astrales, especialmente Girolamo Savonarola. El destino de las ideas de la nueva época Hidrochosa, o Raza Americana, estaba guardado en Argentina.

Las creaciones de la Historia son integrales y tienen todos los compuestos de la realidad, espirituales, sociales, políticos, materiales, individuales y colectivos, todos, lo bueno y lo malo, el avance y la contradicción, el progreso y las traiciones. Algunas obras se cumplen y otras fracasan. Toynbe tiene investigaciones sobre culturas fallidas y abortadas. Pero la idea central de la Raza se realiza siempre en el tiempo concedido.

El tiempo de la Orden Cafh en el plano espiritual es el mismo que las reformas sociales de la clase obrera con Perón. La Argentina cambió en pocos años y se proyectó sobre los países latinoamericanos, de igual manera que Cafh expandió la doctrina de la Renuncia por América. Argentina tenía una misión integral en América, espiritual y social. Las reacciones contrarias fueron feroces y ambos caminos fracasaron a pesar de sus grandes realizaciones. Cuando huyó Perón teniendo al ejército y al pueblo de su lado, el Maestro Santiago profetizó: “Por no derramar una gota, en la Argentina correrán torrentes de sangre”. Tragedia que ocurrió durante las dictaduras militares y ocurre con el desorden social de nuestros días. Igualmente en Cafh. Muerto el Fundador, de inmediato vino la contra corriente monoteísta, se cambiaron las Enseñanzas, el Reglamento y se dilapidaron las obras de educación. Cafh se terminó en 1984 de la misma manera que la reforma social finalizó en 1957. A pesar de todas estas crisis terminales, el legado de los cambios pasaron a otras manos. También el Mensaje de la Renuncia está por el mundo en varios idiomas y al alcance de los estudiosos, explicando a la gente las transformaciones que estamos viendo y la Nueva Era que vendrá.

Hemos dicho que cada unidad existencial, un hombre, una institución, un país, realizan sus objetivos por caminos de predestinación y triunfan o fracasan en esos lineamientos. Perduran un tiempo determinado y, alcanzados los propósitos generales, terminan a veces de golpe, otras veces lentamente, en decadencia y extinción de fuerzas. La Unión Soviética conquistó el poder en pocos días durante 1917 y se disolvió abruptamente en 1990. Los Estados Unidos, incomparables en el comercio mundial y los negocios financieros, se desplomó económicamente en 2008, viven sus empresas y población de préstamos y apariencias. Igualmente la Iglesia Católica, rica y mundial, está corrupta por dentro en aquello que es su camino, el ejemplo moral.

La República Argentina cuya característica sobresaliente es la tolerancia, interna e internacional, se está destruyendo estructuralmente por intolerancia, precisamente. Las dos entidades que hemos mencionado para sostener nuestras explicaciones, Cafh y la reforma social de postguerra, se caracterizaban por un espíritu fraternal a toda prueba. Si se lee el Reglamento de Cafh todas las corrientes podían ingresar, católicos, judíos, socialistas, conservadores, etc. Y en las reuniones convivían y meditaban armoniosamente. Eran un ejemplo de tolerancia de grandes alcances en los países americanos. El movimiento peronista incorporaba a las diversas corrientes políticas argentinas del momento, radicales, socialistas, anarquistas, conservadores, etc. Y se llevaban muy bien trabajando por una sociedad organizada. Pero ocurrieron dos cortes abruptos en el desenvolvimiento de estas obras. El primero en 1955 con un golpe de estado y la fuga de Perón. El segundo, el 3 de julio de 1962 con la muerte de Santiago Bovisio. Entonces, la República Argentina comenzó a caer y disolverse. A medida que pasan los años, cada vez más abajo, sin saber dónde estará el fondo.

Cafh se terminó. El movimiento peronista también. Los dirigentes que crearon y sostuvieron esas obras tan argentinas ya no están aquí. Vinieron otros que no comprenden las ideas fundamentales, provocan desórdenes y confusiones, el mundo en descomposición los ha devorado, la miseria está inundando todos los estamentos, desde las Universidades hasta los medios de comunicación. El sufrimiento de los argentinos es general en todas las clases y no encuentran consuelo. La mayoría se entrega a la locura colectiva de las masas y a la corrupción. Unos pocos se apartan, se resguardan en sus hogares, protegen su familia y esperan. También muchos jóvenes se resguardan, no se entregan, se preparan y esperan.

José González Muñoz
Enero de 2011

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