Curso XXIII - Enseñanza 5: Formación de la Subraza Ario-Semita

Cuando las Tribus del Manú Vaivasvata abandonaron las tierras de la precosta del Sudeste asiático, dejaron allí a un pueblo que iba perdiendo rápidamente las características atlantes.
Tenían que ser preparados para pertenecer a la Raza Aria y ser los fundadores de la segunda subraza, la ario-semita.
Con este propósito, fueron dirigidos por un Iniciado Solar de Primera Categoría, el cual ha pasado después a la historia, en diversos Génesis, con el nombre de Noé, o Nué.
Estos pueblos soportaban grandes dificultades de origen climático.
El mar iba invadiendo constantemente las islas y la precosta en donde habían levantado sus ciudades y establecido sus puertos, mientras que los pantanos existentes entre las rocas de Birmania e Indochina se iban desecando.
Sin embargo, durante la época glacial en que se cerró el paso, lo que impidió el regreso de los emigrados al Tibet, se estableció un clima extremo de fuertes calores e intensos fríos, lo que ayudó a que sobre esa tierra se formara una capa fertilizante.
Estos pueblos conservaban de viva voz las tradiciones de sabiduría atlante, pero no expresaban su idea en forma gráfica alguna, llegando sin embargo a desarrollar una civilización muy superior a la de los ario-arios.
En el tiempo de la invasión de Narada estos pueblos habían degenerado mucho, si bien conservaban el prestigio y las riquezas de un pasado grandioso.
Eran de gran talla, siendo su estatura de cerca de dos metros; la piel muy oscura y brillosa, de cabello largo y lacio; de rostro achatado y de pómulos muy salientes, expresando mucha indiferencia y acentuada malignidad.
Sus pies eran planos y caminaban sin desenvoltura; los jóvenes lo hacían apoyados sobre lanzas de combate y los ancianos, sobre bastones. Como defensa poseían la valla de sierras y la exuberante vegetación de los límites de sus territorios, pero poco a poco fueron completa y definitivamente vencidos por la Tribu de Narada.
Los ario-arios, inteligentemente, sólo destruyeron la tercera parte de estos hombres, pero conservaron los restantes para aprender su arte, su religión y su ciencia.
Los ario-arios se mezclaron con estos descendientes de los atlantes y los tipos puramente autóctonos desaparecieron por sí solos, quedando así un tipo completamente nuevo.
Los arios que invadieron esa tierra también desaparecieron, apareciendo un hombre completamente ario, pero de tez oscura: la subraza ario-semita.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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