Reflexión N° 74 - Ahora Deseo Volver
“La otra vez, quise tomar sobre mí el dolor de los hombres, comprendí lo que había en el corazón de los hombres y quise cargarme con ellos para elevarlos a mi perfección; pero no lo conseguí. Ahora deseo volver, pero no para comprender al hombre con sus males, sino adentrarme en él para practicar, sentir, realizar sus males y sus bienaventuranzas. Ser malo, cruel, sufrir el dolor; llevaré en mí, así, al santo y al pecador para que, desde allí, eleve al hombre a su perfección”.
Comunicación espiritual que recibió el Maestro Santiago del Divino Maitreya durante un viaje que realizó a Rosario, desarrollada en la Enseñanza del 21 de febrero de 1951, difundida públicamente en la Reflexión Nº 49 - “La Perfección Integral”, de septiembre de 2004. El Gran Iniciado Solar apareció entre 1970 y 1977.
DOS ENCARNACIONES:
A: Jesucristo. Gran Iniciado solar de Cuarta Categoría. Año 1.
B. Maitreya. Gran Iniciado Solar de Cuarta Categoría. Año 2000.
Objetivos diferentes:
A: Alcanzar la perfección de Dios.
B: Alcanzar la perfección humana.
Caminos diferentes:
A: La Pasión de Jesucristo.
B: El sacrificio de cada alma, de cada persona.
Resultados diferentes:
A: El Cielo prometido (No se consiguió).
B: La perfección individual (Puede lograrse).
Tiempo histórico:
A: La Eternidad del Paraíso.
B: La Era Americana (2000 - 25.000 d.C.).
Acción ecuménica:
A: El Imperio Romano.
B: El Planeta Global.
Recursos disponibles:
A: La comunicación oral y los caminos imperiales.
B: El espacio cibernético, Internet, radio, correo electrónico, televisión, aeronaves, ferrocarriles, comercio, la prensa, libros.
Sistemas políticos y sociales:
A: Imperio Romano, esclavitud, analfabetismo, producción artesanal.
B: Naciones independientes, sistemas políticos diversificados, capitalismo, comercio global.
Armamentos:
A: Espadas, lanzas, arco y flechas, caballería.
B: Misiles nucleares, aviación, portaaviones, submarinos, gases letales, explosivos biológicos, armas de destrucción masiva.
Condiciones humanas:
A: Escasa población, medios de producción rurales.
B: Población planetaria: Más de seis billones, campos deshabitados, cultivos mecánicos; migraciones, pobreza y riqueza extremas, metrópolis, concentración económica, industrial y financiera.
Situación cultural:
A: La educación, el conocimiento, la cultura y las artes estaban reservados a los templos y las familias ricas. Las masas obreras, campesinas y los esclavos vivían en completa ignorancia; no sabían leer. La única expansión popular eran los circos de gladiadores. La cultura prosperaba en las ciudades importantes entre círculos exclusivos.
B: La vida cultural moderna se desarrolla en lugares públicos libres; todos tienen acceso a conciertos, exposiciones, conferencias; aún los más pobres y lejanos participan por televisión, cine y radio. La cultura es universal.
La condición religiosa:
A: La vida estaba regulada por las religiones, instituciones tradicionales ritualistas y ceremoniales con dioses diferenciados, aunque tolerantes entre sí. En Roma convivían todas las religiones del Imperio, desde el Mitraísmo persa hasta el judaísmo y los cultos egipcios del Cercano Oriente. Las ceremonias en los templos y las procesiones callejeras más vistosas satisfacían las necesidades psicológicas de las masas, como hoy ocurre en la Plaza de San Pedro, las peregrinaciones a La Meca y los festivales pintorescos de la India.
B: Ahora los cultos religiosos no tienen importancia para los hombres ni para la sociedad. Constituyen un fenómeno secundario irrelevante sin poder ni capacidad de transformación. Incluso los sacerdotes están carcomidos por los mismos vicios que el común de la calle. La decadencia es progresiva en todas las religiones y el caos desarticula las doctrinas y los círculos directivos de las mismas. Prevalece la espectacularidad en las acciones exteriores: viajes del Papa y del Dalai Lama, presión ideológica continua en televisión, peregrinaciones turísticas a los templos en ruinas, novedosas sectas satánicas con rituales diabólicos, etc.
EXPLICACIONES ESOTÉRICAS
Los cursos de Historia, especialmente Historia del Hombre, Grandes Iniciados de la Raza Aria, Historia de las Órdenes Esotéricas y Antropogénesis, son necesarios para consultar, estudiar y comprender estos pensamientos sobre el programa del Maitreya y las diferencias substanciales con su anterior encarnación. En la comunicación al Maestro Santiago declara que no consiguió su anterior propósito de perfeccionamiento, lo que es fácil de comprobar. La situación general es peor que nunca con peligro de extinción humana en la actualidad. Varias potencias enfrentadas tienen poder nuclear con capacidad de acabar con la civilización en pocos días, como estuvo a punto de ocurrir con la crisis de los cohetes de 1964, y como se presenta la situación en medio y extremo oriente en estos días. A esta amenaza global se han sumado otras de iguales efectos destructivos: pandemias, calentamiento del planeta, guerras biológicas, degradación de las costumbres, el desborde infernal de los elementales dentro de la vida cotidiana.
Si en la Pax Romana Jesús no pudo conseguir la redención de los hombres menos lograría ahora con igual método cuando cristianos, israelíes y musulmanes se destrozan sin piedad por un territorio. El Maitreya vuelve con otro sistema de liberación y otros objetivos. El hombre que quiera alcanzar su perfección deberá asumir su responsabilidad individual y cumplir los sacrificios personales que sean necesarios; ningún Redentor volverá a subir a una Cruz. Cada hombre tiene su cruz única, ineludible, no negociable, kármica, una historia íntima de santidad y pecados, y tendrá que resolver sus problemas con sus propios medios. Léase en Teología la Enseñanza “La Sagrada Revelación de la Idea Madre de los Arios” y se comprenderá lo que esto significa.
Pero el hombre no está solo; lo acompaña el Maitreya, real y efectivamente; se le ha metido adentro, compartiendo alegrías y sufrimientos. Así, paso a paso, irá subiendo hacia la cumbre de su perfección. ¿Cómo es posible que el Divino Ser pueda estar dentro de millones de seres en todo el mundo? El Gran Iniciado Solar posee un aura de vibración que abarca todo el Planeta, así como una simple onda electromagnética, con los instrumentos adecuados, da vuelta a la Tierra en instantes, transmitiendo informaciones, imágenes y sonidos que perciben los televidentes más alejados. Si un pequeño transmisor dirige y comanda las astronaves del espacio exterior, ¡qué no podrá hacer el Gran Ser en cualquier lugar del mundo, a toda hora, con su magnetismo superior!
Respiramos, comemos, trabajamos y nos comunicamos aunque estemos alejados miles de kilómetros. Somos receptores. Ahora el Divino Ser ha penetrado en nosotros para practicar, sentir, realizar nuestros males y nuestras bienaventuranzas. Malo como nosotros, cruel, sufre nuestro dolor; lleva en sí al santo y al pecador para que nos elevemos a nuestra perfección. Es inútil decir quiero o no quiero; está dentro y no lo podemos expulsar. Aunque no nos demos cuenta, está en el alma y manifiesta resultados: Irak, Palestina, villas miseria, SIDA, hambre, drogas, los vicios secretos; es la nueva Pasión de los hombres. Si hace unos años nos estremecimos de horror con la película de Mel Gibson, ahora son las imágenes de las pasiones humanas que nos estremecen. Somos redentores de nuestra condición y tenemos que pagar el rescate. El Maitreya nos acompaña para que la ofrenda se cumpla.
Desde las primeras edades, la Historia Humana ha sido un largo proceso de involución hacia la conquista de la materia, que se ha alcanzado en el siglo XX con la transmutación de materia en energía por fisión nuclear, la ingeniería genética y la expansión hacia el espacio exterior. Acuario es el nodo de inflexión de la involución; no se puede descender más porque abajo está el infierno elemental; caer allí es perder la condición humana de individualidad mental. Las experiencias han de ser liberadoras, evolutivas, ascendentes. El instrumento de liberación es vibratorio, establecido por la barrera radiante que el Fuerte Libertador ha establecido en todo el globo. Nada ni nadie puede eludirla impunemente y esa es su participación desde la intimidad de los individuos. El momento es crucial para cada uno, es la oportunidad de salvación ascendiendo, guiados por el Redentor que nos habita y posee la llave magnética que abre la barrera. El Camino de la Renuncia es muy largo; treinta encarnaciones promedio, una cada setecientos años, tenemos por delante durante la etapa americana peregrinando hacia las fuentes divinas.
Reflexionemos: La oportunidad es única y no se repetirá. Tenemos la ocasión de no bajar más, de detener la precipitación y empezar a subir por la ladera del monte. Pidamos al Gran Iniciado que no se olvide de nosotros, que nos habite. La mejor manera de lograrlo es el desapego, sacando de nuestras almas y de nuestros bolsillos las cargas inútiles que nos impiden caminar con el Redentor.
José González Muñoz
Julio de 2006