Reflexión N° 52 - Un Agujero Negro

En un agujero negro no hay luz. Toda onda luminosa que pasa cerca, astronómicamente, el agujero negro la devora y no la suelta jamás. Su poder gravitatorio es tan grande que nada emite, no da nada, es un perfecto Satanás en términos esotéricos. ¿Y cómo se forma? ¿Siempre fue así? Un agujero negro se forma cuando una gran estrella colapsa, se concentra en sí misma, se hace enana y empieza a tragar todo lo que se le acerca. Con el tiempo se hace cada vez más egoísta, más potente, hasta que al final de un ciclo de manifestación, desaparece en lo indiferenciado.

Dice la Tabla Esmeraldina de Hermes Trismegisto: “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba, para que se cumpla el principio de la Unidad”. En la vida espiritual, hay almas estrellas que colapsan, se separan del principio que le dio vida, se empequeñecen dentro de sí mismas, no dan nada y engullen a todas las que están cerca. No emiten luz; por el contrario, van oscureciendo el espacio cercano pervirtiendo con sus sombras a los hombres. El Ángel de Luz se ha convertido en Satanás.

Dice el diccionario: “Satán: del hebraísmo latino Satán, adversario, enemigo, perverso en extremo. Se aplica en especial a algunos defectos: furor satánico, odio satánico”. En este tiempo de crisis existencial, de traspaso de la antigua era de Piscis hacia la nueva de Acuario, con valores y metas diferentes, las características de las personas espirituales se acentúan en extremo hacia todos los rumbos, del pasado y del futuro, luchando ferozmente. En el Antiguo Testamento están descriptas estas batallas: Satán es el jefe de los ángeles rebeldes que se oponen a los mandatos del Señor luchando con los Ángeles Fieles seguidores de Michaël, el Sol.

Precursores

El Maestro Santiago encarnó a principios del siglo XX y con el tiempo, en América, fundó la Sagrada Orden de Cafh, heredera de Chef de Europa, con la misión de preparar los senderos del Gran Iniciado Solar Maitreya, que apareció hacia fines del siglo. Muerto el Fundador, con el Libertador encarnado, los discípulos se dividieron en dos sectores: los rebeldes sin luz se niegan a seguirlo, y los fieles que están aceptando ecuménicamente el Camino de la Renuncia en todas las naciones, más allá de religiones, razas, ideologías, grupos esotéricos y regiones geográficas.

Así como Juan fue precursor de Jesucristo y su bautismo con agua fue incorporado al cristianismo como signo de adhesión, de igual manera el Maestro Santiago y los Hijos de Cafh son precursores del Maitreya y por los votos pertenecen al mundo Acuariano. Constituyen grupos pequeños diseminados en ciudades americanas, especialmente latinas, y no trascienden fuera de las reuniones que efectúan semanalmente. La expansión del Mensaje de la Renuncia se produce fuera de ellos, por las Enseñanzas trilingües que se editaron en Internet; en general, los miembros de Cafh no participan de la expansión; se oponen. Como en las sagradas escrituras, la lucha entre Michaël y Satán continúa ferozmente.

¿Pero, por qué nos ocupamos de lo que sucede con un pequeño grupo de seres reunidos en Cafh, algunos miles, sin trascendencia en la sociedad, cuando la esencia de la obra del Fundador, las ideas y la doctrina de la Renuncia, contenidas en 47 cursos, están crecientemente difundiéndose en el mundo? ¿No es suficiente que millones de personas dispongan y estudien las Enseñanzas, conformando progresivamente un cuerpo místico de Discípulos Fieles que aumenta año tras año? ¿Qué importan los reaccionarios, los tibios, los equivocados que el viento está dispersando?

Hay un factor capital que gobierna nuestros pensamientos: el destino de la Humanidad, la guerra sin piedad que azota a los inocentes, el terrorismo que se extiende, las armas de destrucción masiva, las drogas, la decadencia de la civilización. Los Maestros crearon en Cafh un arquetipo histórico, un modelo, un prototipo. Dijo el Maestro en uno de sus Mensajes: “¿Serán tan consecuentes con su misión, los Hijos de la Renuncia, que impidan la inminente destrucción que precederá a la era de Sakib?” El primer día del nuevo milenio salieron desde las sombras las Enseñanzas liberadas, y ese mismo año cayeron las torres gemelas. Las divergencias irreconciliables entre las dos épocas quedaron al descubierto en el tiempo señalado por las profecías, y ahora el estruendo de las batallas se extiende por todas partes. Los líderes de las facciones en lucha han jurado combatir a sus enemigos en todo tiempo y lugar. ¿Dónde están los prototipos de la Renuncia que debieran impedir la destrucción? Escondidos, silenciosos, con miedo. Las Enseñanzas fueron liberadas, pero ¿quién los despertará a ellos de la oscuridad que los envuelve? En el Universo globalizado que heredó el legado del Maestro Santiago hay un agujero negro que no emite luz; todo aquel que se le acerque es devorado y desaparece como prototipo del hombre futuro.

Las Enseñanzas iluminan el grandioso escenario histórico, geográfico, religioso y económico donde estalla el choque violento entre razas en pugna. Estas guerras de nuevo tipo, que algunos llaman culturales, otros las definen como hegemónicas e imperialistas por el dominio del mundo, tienen como testigos secretos a las almas predestinadas que llevan el sello de la nueva era. ¿Permanecerán en la oscuridad negándose a participar, o saldrán a la luz para trabajar en la Obra? ¿Triunfarán los Maestros o fracasarán? Si fracasan pasarán muchos miles de años hasta que el hombre americano encuentre el camino de la razón, como pasó con los primeros Teutónicos tras la guerra de los 1.500 años con los Atlantes, que retrocedieron a la edad de piedra por siglos; prevalecerán los destructores y la Humanidad quedará reducida a su mínima expresión, esperando hasta que la lenta recuperación del planeta lo vuelva espontáneamente a la normalidad. Si se pierde esta oportunidad, los sobrevivientes buscarán otros cauces de evolución, actualmente desconocidos, que permitan dar un salto hacia delante, hacia la libertad espiritual. Las multitudes, la civilización, las ciencias y la tecnología que han edificado el mundo que conocemos, desaparecerán definitivamente, así como desaparecieron las grandiosas conquistas Atlantes que los conectaban con las dimensiones desconocidas del Universo.

Aunque los habitantes del planeta ahora tengan acceso al maravilloso mundo de las Enseñanzas, no es suficiente; es necesario que aquellos que fueron llamados para enseñar el Camino de la Renuncia, y se comprometieron con juramentos sagrados, no se nieguen a la ofrenda compartiendo experiencias con sus semejantes y cumplan sus promesas. Es necesario que salgan del agujero negro y empiecen a iluminar este mundo que se sumerge en las sombras.

¡Compañeros!

Aunque las Enseñanzas que explican y describen el Camino de la Renuncia, única salvación de los hombres en tiempos de destrucción, difundidas por Internet, ocupan todo el espacio electro magnético que envuelve la Tierra, y son visitadas y transferidos sus archivos por miles de cibernautas diariamente hasta sus computadoras privadas, en más de sesenta naciones, el Maestro Santiago Bovisio ha pedido otro cauce de difusión. Creíamos que Internet era suficiente y que por ese medio la Doctrina llegaría a todas partes donde fuera necesaria, preparando a las almas predestinadas para recibir al Maitreya; pero el Maestro quiere, además, otro cauce, tal vez en las dimensiones invisibles del ser humano. Quienes transitan en esos planos suprafísicos son las almas consagradas con votos de Renuncia de Vida y, por el tipo de ascética mística que practican día y noche en las comunidades están preparadas para llevar el Mensaje de Renuncia a todos los hombres indistintamente, sin intermediarios. No necesitan lenguaje especial, ni instrumentos, porque la comunicación es directa. Nada ni nadie puede impedirlo, ni aún un agujero negro, porque es espiritual. Este cauce ya ha comenzado, y son varios los seres consagrados que, rompiendo toda atadura, transitan por los senderos luminosos, portando la antorcha de la liberación. A donde van, encienden nuevos cirios expectantes.

Compañeros de Comunidad: El Maestro Fundador ha explicado detalladamente la misión de los Hijos de Clausura en Enseñanzas que ustedes conocen de memoria: Interpretación, Superiores de Comunidad, Intimidad de los Perfectos y Conferencias de Embalse. Aunque cualquier alma de buena voluntad puede comunicar el Mensaje, sólo las almas de renuncia de holocausto, ustedes, pueden expandirlo integralmente, reconociendo a los predestinados entre la multitud. Ustedes fueron elegidos y preparados desde antes de encarnar para esta misión divina que muchas veces predicó el Maestro, en los recreos, en la capilla, en los paseos; ustedes forman parte de la Orden del Fuego junto a los compañeros que ya partieron y nos protegen desde el cielo. La Ley Divina es de los Maestros; el Reglamento que entregó Don Santiago, sus Enseñanzas y la misión de expandir la Obra por todo el Universo les corresponde. Nadie puede impedir el trabajo que ustedes pueden hacer interiormente, con la oración, con la ofrenda, ayudando al Maitreya.

No hay dos Mensajes de Renuncia, sino uno solo que fluye por varios cauces. Estas reflexiones, particularmente las últimas, van dirigidas especialmente a ustedes para que los diversos cauces de la expansión, con la ayuda de nuestros Protectores Invisibles, se unifiquen, como afluentes que desembocan en un gran río, antes de llegar al Océano de la Humanidad.

José González Muñoz
Octubre de 2004

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