Reflexión N° 5 - ¿Qué queremos?
Estamos inquietos, desconformes, insatisfechos con los acontecimientos de la vida diaria, hacemos cacerolazos por las calles del centro de vez en cuando, “escrachamos” a los corruptos, rompemos vidrieras, robamos fideos y leche en los supermercados durante los saqueos, tenemos mucha bronca desde hace años, y todavía no hemos encontrado una gota de felicidad. Estamos hablando del pueblo argentino, pero en otras partes ocurren cosas paralelas, todas muy feas. Entonces surge una pregunta muy grande: ¿QUÉ QUEREMOS? ¿Luchar por los problemas sociales, económicos, políticos, de seguridad, educacionales, sanitarios, de vivienda, etcétera; o resolver nuestra situación personal, intransferible, dolorosa; nadie me comprende, nadie me ayuda, soy un inútil? ¿Dónde esta el dilema: en la sociedad o en mí? Estas son dos cosas distintas, aunque se mueven entreveradas, mezcladas, confundidas, perturbando a la gente.
La primera cuestión se maneja, en esta época y en el mundo moderno, con el poder del dinero. Para conseguir y utilizar el dinero tenemos que actuar como los demás, en el Estado, en las empresas, los negocios, los partidos políticos, los tribunales, etcétera. Los resultados están a la vista en la Argentina del tercer milenio, y en el resto, sin solucionar nada, aumentando la crisis, cada año peor que el anterior. Con el dinero no hay paz en la sociedad ni en los hombres.
La segunda cuestión que hemos presentado, la infelicidad de las personas, se encara con el desprendimiento de los intereses banales y el ansia de riquezas ilusorias, emprendiendo la salvación por el Camino de la Renuncia. No hay otra posibilidad. Las desgracias nacen de la ignorancia y la confusión de pensamientos. No hay dos problemas, sino uno. Dice el Maestro Santiago: “El hombre necesita dos panes: el pan espiritual y el pan material, juntos”. Hay que poner las cosas en el lugar correcto por el conocimiento de uno mismo y de las necesidades sociales. Para eso hay que tener las ideas claras, la cabeza fresca y un corazón transparente.
a. La Cuestión Social
Llamamos cuestión social al primero de los conflictos que hemos mencionado más arriba, las relaciones materiales entre los hombres. Robinson Crusoe desconocía esta situación mientras vivió solo; la cuestión social apareció con Viernes y las cosas cambiaron, pero las resolvió muy bien porque ya tenía organizada su vida; el gobierno de la isla fue una prolongación de sí mismo. Los antiguos concebían la felicidad pública como un resultado espontáneo de la vida armoniosa de los gobernantes: Lao Tse, Confucio, Platón, Numa Pompilio y otros.
En el transcurso de la civilización occidental se han producido grandes fenómenos políticos que pretendían corregir los defectos de la sociedad: La Revolución Francesa, la Revolución Marxista en Rusia, la Revolución Campesina de Mao, el poder del FMI, la globalización de la Economía, los avances de las Ciencias y la Tecnología, y ahora, por efectos de esas convulsiones planetarias que hicieron las cosas al revés, la Humanidad se encuentra al borde de la disolución en una crisis sin precedentes.
Indiferentes a sus propuestas iniciales, los fenómenos colectivos se movieron en la confrontación del par de opuestos y la destrucción de los adversarios, incluso con mensajes de paz. Véase la difícil situación del Evangelio del Amor Cristiano que llamaba al perdón y la conciliación, en la secuela de crímenes de las Cruzadas, la Inquisición y la conquista de América precolonial. Pedir disculpas no sirve para nada; hay que cambiar el comportamiento. Los problemas sociales agudos que agobian a la Humanidad no se resuelven por medio de guerras y revoluciones, sino con el trabajo y la ofrenda. El hombre gana lo que da, no lo que recibe. Hay que dar un vuelco total a las doctrinas económicas obsoletas que gobiernan al mundo. La deuda pública de las naciones nunca se pagará ni se podrá cobrar; es un poder satánico que conduce al desastre. Estados Unidos quiere invertir 400 billones de dólares en su nuevo avión de combate para activar las estadísticas de su economía; pero morirán millones de seres humanos. La Humanidad es una sola. La Tierra es una sola. Los Santos Maestros nos miran compasivamente. Estados Unidos, potencia hegemónica indiscutida, por egoísmo, genera karmas terribles, arrastrando al mundo en sus torbellinos furiosos.
b. La Liberación
La liberación espiritual es única. Las otras libertades, cuando se logran, son un resultado de la libertad interior individual. Las libertades en la prensa, en el comercio, en los derechos cívicos, en la opinión pública, etcétera, son formalismos conceptuales que encubren el dominio de los sectores poderosos sobre los más débiles. Aún las libertades externas más logradas dependen de los intereses del conjunto, no son plenas, sino relativas. Justamente, la habilidad de los legisladores y mandatarios se manifiesta en el juego armonioso de obligaciones y derechos que hacen posible una aproximación a la convivencia en paz. Más allá de ciertos límites no se puede pasar sin quitar a otros lo que les pertenece. La libertad social plena no se consigue en ninguna parte. Pero el hombre está predestinado a la más perfecta libertad espiritual en el final del Camino.
El Maestro Bovisio ha explicado que después de la Guerra de los Dos Soles, el desenvolvimiento humano se dividió en dos vías: el Camino del Conocimiento, integrando todas las Ciencias, y el Camino del Sentimiento, dualista del espíritu y la materia, separados, que ha perdurado hasta hoy, con predominio excluyente del materialismo totalitario. En esta situación asimétrica del materialismo que se combate a sí mismo, no sabe hacer otra cosa, las posibilidades de obtener condiciones para la paz social, son mínimas.
La civilización moderna es un desierto estéril.
En la oscuridad brillan las Enseñanzas del Renunciamiento, se escuchan las voces de los Maestros en el silencio, resplandece el Sol del Maitreya. La liberación nace desde la nada del ser, cuando ya no posee, y nada puede esperar en los sepulcros. Entonces puede escuchar la palabra del Redentor, estudiar las Enseñanzas, entrar en los templos para orar y pedir, sin importarle los signos ni las vestiduras. La auténtica libertad comienza cuando uno ya no está atado a nada, sea por desprendimiento voluntario, o por el rigor de la vida que nos quitó lo que considerábamos valioso. Al final, todo nos será arrebatado en la muerte, para poder empezar de nuevo.
c. La Espiritualización del Materialismo
Dice la tradición más antigua: “Como es arriba, es abajo. Como es abajo, es arriba. Para que se cumpla el milagro de la Unidad”. El Universo es Uno. Dios también es Uno. En las épocas de decadencia, los hombres destruyeron la Unidad, y se quedaron con dos mitades separadas: un Dios invisible, desconocido, inoperante, confinado en el Cielo, y la materia tangible que puede ser controlada y utilizada. En la etapa final de la civilización materialista el conocimiento técnico y el poder del dinero ha provocado la desgracia de la Humanidad, sin libertades, sin felicidad, sin paz, deambulando irracionalmente hacia la destrucción.
Estamos en la transición crítica, tiempo de cambios y expectativas, y del Iniciado Solar trabajando en la obra de fundar los cimientos de la Nueva Era. Para aquellos que perciben el lenguaje de los signos y los arquetipos, comprenderán que el viento está cambiando de rumbo, y que al poder material se le ha dicho: “De aquí no pasarás. ¡Retrocede! Se te ha permitido llegar a lo más alto, para que tus propuestas se realizaran plenamente en beneficio del espíritu de la Raza. Ya se ha hecho la síntesis de los resultados: el poder atómico, los vuelos espaciales, las comunicaciones planetarias instantáneas, la ingeniería genética, las nuevas especies vegetales y animales, la ocupación plena de la Tierra. De ahora en más ¡Atrás, atrás y atrás! Ha llegado el tiempo de la síntesis total: la espiritualización del materialismo”.
La tarea del Maitreya ha comenzado desde hace tiempo, con precursores que anunciaron su venida y preparando a los predestinados. Las Enseñanzas del Maestro Santiago constituyen una tarea fundamental de preparación espiritual en América. Estuvo en expansión potencial durante el siglo pasado, y ahora, en el milenio de Acuario, saltó a la luz mundialmente como un relámpago que ilumina las tinieblas de la noche. Lo que se puede saber sobre los nuevos tiempos, sobre el Iniciado Solar, sobre el carácter de los que vienen, la metodología del trabajo, están en las Enseñanzas, forman parte de la Obra del Redentor, anunciándolo y abriendo espacios en las almas ansiosas del Mensaje; están en la nueva dimensión, completas, libres, accesibles, en miles de hogares de todas las naciones.
¿Qué significa la espiritualización del materialismo? Simplemente, reunir lo que está separado, ubicando cada cosa en su lugar jerárquico, por el conocimiento directo, evidente y personal de las dimensiones de la realidad, tal como está explicado en la Doctrina de la Renuncia. Se espera que el Iniciado Solar redimirá a los hombres de la ignorancia habilitando los centros internos del conocimiento que yacen inactivos. Con la razón no se puede ir más lejos a pesar de los más sofisticados equipos de investigación. Ahora hacen falta los instrumentos del espíritu para acceder a los inmensos espacios desconocidos que esperan al hombre nuevo. Así como en los templos egipcios antiguos se enseñaban todas las ciencias, humanas y divinas, activando en los estudiantes los centros de saber, por entrenamiento, cirugía y magnetismo, también se enseñarán en las Universidades de Acuario todas las capacidades de percepción y conocimiento de la realidad. El mundo invisible que sólo es conocido después de la muerte, será accesible en vida para los perfectos.
Para llegar a esta civilización ideal pueden transcurrir cientos, miles de años; la actual sociedad tiene que desaparecer poco a poco hasta el más completo olvido de sus poderes malignos. El hombre tendrá que volverse niño, peregrinando por el Camino de la Renuncia hasta el final. En las Enseñanzas están enunciadas las etapas de la liberación, teóricamente, en conceptos claros y sencillos. El Maitreya las hará realidad potencialmente en cada ser, desencadenando las nuevas vibraciones que ya están preparadas a través de Su Ser. El Aura de amor y sabiduría del Iniciado Solar cubre toda la Tierra. La conquista real de la libertad tendrá que hacerla cada hombre individualmente, con su esfuerzo.