Reflexión N° 14 - Globalización y Renuncia
La globalización nació cuando las comunicaciones inalámbricas empezaron a utilizar los satélites como pivotes planetarios donde giraban las informaciones. Cuando se comprobó el enorme poder financiero del sistema, y las empresas convirtieron sus estructuras administrativas en mecanismos del espacio cibernético con alcance global, el sistema se convirtió en una realidad cada vez más totalitaria y excluyente. Un Jefe de Estado importante puede controlar todos los detalles de la nación desde su escritorio, y aún más allá, según la capacidad militar que posea. Israel acaba de ubicar un satélite espía con gran capacidad de registro para mirar continuamente lo que ocurre en las calles palestinas, incluso para el seguimiento individual de personas. Igualmente, en las grandes empresas, un auditor puede conectarse instantáneamente con cada una de las miles de PC de su red empresaria, intervenir, dar órdenes y recibir respuestas. Más aún; en Estados Unidos está en estudio la posibilidad de implantar un micro chip debajo de la piel de cada ciudadano (especialmente si son negros, inmigrantes, o sospechosos); un simple control y se sabe lo que está haciendo. Ya se utilizan aros que se ponen en el cuello de los delincuentes en libertad condicional, conectados a un satélite de control. La globalización no deja escapar nada; se utiliza en vehículos, desplazamiento de capitales, ballenas, aves migratorias, excursionistas, soldados y potencialmente en todo lo que se mueve.
La globalización es un entramado político financiero en el cual los factores de la economía mundial están conectados y comprometidos unos con otros, desde el narcotráfico hasta el remate de obras de arte a precios colosales. Unos se apoyan en otros y se relacionan entre sí por medio del único instrumento internacional eficiente, sin rostro, sin moral, sin escrúpulos, intangible: el dinero. Cada una de las partes que conforman el globo luchan y compiten entre sí para lograr beneficios sobre las otras, absorbiéndolas, destruyéndolas, formando sociedades; pero no afectan la estructura general; por el contrario, la fortifican. Es que la globalización es perversa de por sí y crece en la maldad: impide la libertad, hace tabla rasa con las individualidades, obstruye la creatividad, masifica la mente y los sentimientos; es el comunismo perfecto dentro de la sociedad capitalista.
Los diversos grupos que defendían el medio ambiente, amparaban a la infancia desnutrida, protestaban por la discriminación étnica y luchaban contra la injusticia económica, ahora se han unido frente a la globalización. Son muy combativos, y lo han demostrado en cuanta ocasión los poderosos se reúnen para fortificar su poderío, dando la cara (Seattle, Génova, Manhattan), pero nada pueden hacer ante el poder que emana del Imperio global.
a. Las Enseñanzas en la Aldea Global
Algunas personas que han estado relacionadas con la Orden que fundó el Maestro Santiago (Cafh), se han manifestado contrarias a la divulgación de las Enseñanzas por medio de Internet, por aquella recomendación de Jesús a sus Apóstoles: “No alimentéis con margaritas a los cerdos”, estimando que la gente no está preparada para recibirlas. Esta postura es equivocada, por cuanto el mismo Maestro insistió que la idea de Cafh se expandiera a todo el mundo, que muchas almas están ansiosas en recibir el Mensaje de la Renuncia, y que era urgente la necesidad.
Las Enseñanzas se han metido dentro del globo utilizando el vehículo más poderoso del Imperio, Internet, sin miedos ni prevenciones, buscando en la oscuridad a los predestinados de la Nueva Era. Las Enseñanzas tienen su propia fuerza, intrínseca, intocable, que les permite deambular sin peligro, desde los suburbios de Singapur hasta las favelas de Río de Janeiro. Ellas vienen desde el fondo de los tiempos, y se proyectan hacia el futuro de Acuario por la mano de un Maestro de Sabiduría que, por amor a la Humanidad, encarnó sólo para eso. Las Enseñanzas no fueron diseñadas para estar en una torre de marfil, intocadas, como relucientes joyas de la vida espiritual. Son mensajes de liberación del hombre allí donde el hombre esté, física, social y espiritualmente. Lo peor que les podía pasar es la inmovilidad, y eso fue lo que sucedió durante 40 años, cajoneadas en los recintos secretos de mentes equivocadas. Ahora están definitivamente libres, enseñan que la Renuncia salvará a los hombres, hablan despreocupadamente con la gente y caminan por todas partes.
Dice el Maestro Santiago en el Mensaje de Plenilunio de 1957: “¡Hijos de Cafh!: ¡mirad hacia el valle del mundo donde las almas claman por su salvación y reciben como respuesta rayos de luz oscurecidos, rugidos de los abismos profanados, voces proféticas de destrucción o voces de esperanzas dadas por intermediarios! Hijos de la Madre: ¿por qué no descendéis entre los hombres para enseñarles vuestra experiencia de Renuncia? ¡Hijos de la Madre, Hijos de Cafh: llevad al mundo angustiado y expectante vuestro Mensaje de Renuncia!” No hubo ninguna respuesta a este emocionante pedido; cada uno se quedó con lo que había aprendido atesorando golosamente sus posesiones espirituales. Entonces el mismo Maestro salió a la calle, se mezcló con las personas de cualquier condición, y a través de su magisterio inefable, está enseñando al mundo la doctrina de la Renuncia y la forma de practicarla. Era cierto; la necesidad es muy grande, y en estos momentos, mediados del año 2002, más de un millón de Enseñanzas transferidas de Internet en cuarenta naciones del planeta globalizado, están guiando a los hombres hacia la libertad.
b. Inmunidad
Las Enseñanzas son inmunes a las agresiones externas; son como son, invariables, maduras, concluidas. El autor murió hace muchos años y ya nadie las puede tocar. Aquí se aplica la sentencia popular: ¡Tómalas, o déjalas!" Tienen una gestación diferente a las obras terrestres que conocemos; su origen es extranjero, como lo explicó el Maestro Bovisio en el Libro XVIII “El Camino de la Renuncia”, Capítulo 11. Dice en un párrafo: “Un Maestro Divino se ocupó de dar estas enseñanzas para que fueran grabadas en la mente y el corazón de los que tienen que darlas: este Maestro Divino es el Celador. El Celador ha dado las Enseñanzas de Cafh a través del Fundador de Cafh. Éste las ha dado a un grupo de almas; si después esas almas no las han comprendido, no importa; Él las ha dado”.
Como se puede ver, son inmodificables. Se pueden quemar las hojas impresas, borrar los discos rígidos y anular los servidores informáticos; pero no se pueden adulterar. Son extranjeras, no de otro planeta, sino de otro tiempo y de otras dimensiones, donde viven los Grandes Iniciados que guían a la Humanidad. Por eso se pasean por donde quieren, livianas, aéreas como Acuario, siempre iguales a sí mismas; donde son recibidas, se quedan; donde son rechazadas, se alejan.
En la Aldea Global, las Enseñanzas se acercan a los hombres y las mujeres, cualquiera sea su condición: trabajadores, empresarios, militares, estudiantes, ladrones, presidiarios, moribundos, drogadictos, pues todos tienen necesidad del Mensaje de la Renuncia, sufren mucho, están esclavizados por el Imperio y necesitan redimirse. Ellas son un adelanto y un anuncio de la obra del Gran Iniciado Solar; no pueden ser manchadas. Buscan en la confusión de la vida moderna, en este infierno viviente, como solía decir el Maestro, a los predestinados para acompañar al Redentor. Nunca un Gran Ser viene solo; lo rodean cientos de Discípulos Fieles que desarrollan, completan, difunden, amplifican la Gran Obra. No olvidemos que estamos en el umbral de una Era que durará 24.000 años, cuya tarea es armonizar los pares de opuestos, el espíritu y la materia. Esta obra, que ahora es semilla en el seno del Maitreya, tendrá que germinar y extenderse a todos los sectores de la vida, internos y externos, incluso planetarios. El Maestro Santiago recorre la Tierra con una llama en la frente iluminando todos los rincones, mirando todos los rostros, buscando a los predestinados, almas de corazón grande que quieran sumarse a la tarea de construcción de un mundo nuevo, siguiendo al Gran Iniciado Redentor.
c. Buscando a los Discípulos Fieles
¿Dónde están? ¿Quiénes son? Cuando el Maestro hablaba en retiros, conferencias y cursos se dirigía a sus Hijos, almas unidas a Él por Votos. Siempre sus interlocutores fueron los Hijos; no hablaba públicamente para la gente común. El Maestro está muerto; la obra que fundó, Cafh, se terminó hace muchos años. Pero la misión central de llevar el Mensaje de la Renuncia al mundo y ayudar al Maitreya, no se ha cumplido. Había quedado en manos de los Hijos; para eso los educó rigurosamente (la mayoría de los herederos espirituales están muertos, o muy viejos, o se fueron lejos). Después de cuarenta años de inactividad, la misión ha pasado necesariamente a otras almas, los Discípulos Fieles del Maitreya.
No están identificados, no se sabe quiénes son; ellos tampoco lo saben. El Maestro Santiago señala que muchos seres, Iniciados Lunares, del Fuego y Discípulos Superiores, predestinados para trabajar con el Maitreya ya están en la Tierra. Pueden estar en lugares desconocidos y dispersos, pero cuando el Maitreya revele su identidad divina, los Discípulos Fieles se reconocerán. En el Libro V, Capítulo 6, 7 dice: “El Iniciado Solar de Cuarta Categoría afirma su divina encarnación durante su vida con palabras inequívocas, con obras singulares, con hechos milagrosos y profecías que se cumplen, delante de testigos y en forma pública, de modo tal que su recuerdo entre los hombres sea imperecedero”. En el Capítulo 12, afirma: “El Buda está rodeado de treinta y dos Iniciados Lunares, y tiene Iniciados del Fuego, propagadores para predicarlas y desparramarlas por el mundo. Cristo tiene doce Iniciados Lunares, que son los Doce Apóstoles, y setenta Iniciados del Fuego que son sus discípulos”.
El Maestro Santiago está en todas partes por medio de sus Enseñanzas, dentro de los hogares, porque esa es la característica del medio que utiliza, buscando a los Discípulos Fieles, exhortándolos para que se unan a la obra de redención de la Humanidad. Esperamos que la difusión de las Enseñanzas se multiplique, como está ocurriendo ahora, para que nadie desconozca las buenas nuevas. Las Enseñanzas nunca se masificarán; es imposible porque son la Renuncia misma. Se dirigen a cada individuo para que en soledad conozca el Mensaje y mire su corazón. El Redentor ya está en la Tierra. Los enemigos de la Humanidad preparan el horror final, nuevas armas, nuevas guerras y holocaustos terminales para consumar el Apocalipsis anunciado por el Evangelista. El tiempo de espera es muy breve. Sepan los hombres que acceden al Mensaje de Renuncia abrir el alma en este momento crucial, y servir al Gran Iniciado desde el corazón, convirtiéndose en Discípulo Fiel.