Relato N° 40 - Referencias

Por fin llegamos en el número 39 a la solución de los problemas presentados en los cuentos anteriores que no encontraban una buena salida. En el año 10.000 de la Era Americana se descubre que, a pesar de la reconstrucción del Planeta y la desaparición de los atrasados, el mal persistía por medio de la inteligencia artificial incorporada a la vida cotidiana, los robots, igual que en el tiempo que se escriben, ahora, reemplazando la naturaleza por simulacros. La televisión, los juegos electrónicos, automóviles y aeroplanos, las computadoras, el dinero invisible, los teléfonos portátiles, trasplantes y prótesis, las Olimpíadas de los discapacitados, máquinas tragamonedas, viviendas inteligentes, los misiles y tantos otros disparates modernos son robots o simplemente inteligencia mercenaria al servicio de las bajas pasiones, como ocurría en la Burbuja Central y los 20 cerebros en red que pretendían ser los propietarios de la Tierra. La solución que mencionamos no estuvo en el descubrimiento de los cerebros in vitro, sino por acción de Rore en un acto de reversibilidad analógica de perfecto cumplimiento de la mística de holocausto, cumbre de la Doctrina de la Renuncia. En un instante sin dimensiones, transmutó el mal en bien y salvó a la Humanidad. Dijo el Maestro Santiago en una de sus Conferencias de Embalse: “Escuché a un locutor diciendo que el mundo podía ser destruido por un solo hombre. Entonces uno puede salvarlo.” Reversibilidad analógica en los procesos naturales y en el alma.

Los relatos de anticipación se desenvuelven sobre conjeturas y las que sostienen la colección de éstos que presentamos bien hilados están repletas de señales. Como se trata de fenómenos que se desarrollan en la Historia hacia delante no hay otro camino que la anticipación; no es profecía, sino un adelanto del pensamiento en alas de la intuición. La imaginación, la coherencia de los cuadros y un objetivo claramente expresado ayudan a la confiabilidad de la escritura. Para que el edificio no tambalee a medida que se va construyendo es indispensable que se levante sobre cimientos sólidos, en este caso, las Enseñanzas del Maestro Santiago, tal como se han publicado en el Canon. Si los cimientos no fueran sólidos la obra se extraviaría en rumbos que se dividen o portales que no llevan a ninguna parte; pero si el cuentista relata sobre bases firmes, aunque no le pertenezcan, tiene la seguridad que encontrará la solución correcta a los dilemas y encrucijadas que se presentan en el transcurrir de la obra, aunque no conozca el final feliz hasta el último capítulo.

Reiteramos que la función de los Relatos es ofrecer un apoyo para la comprensión de las ideas que parecen oscuras o difíciles en las Enseñanzas. Muchos conceptos e informaciones ilustran sobre épocas históricas, grandes personajes, geografías y hazañas del pasado; otras sobre métodos y disciplinas espirituales y algunas más adelantan las nuevas formas de vida de la Era Acuariana. Éstas son las ideas más difíciles y las que interesan en mayor grado, porque el texto íntegro de las Enseñanzas, su característica es profecía, cualidad de la que estaba excepcionalmente dotado el Maestro Santiago. Los Relatos tienen que servir ahora a los hombres que están y padecen los problemas de la decadencia de la civilización. Las Enseñanzas explican esos problemas, las causas que los provocan y brindan soluciones en el marco de la Renunciación, es decir, la vida individual de cada uno, íntima, a su alcance, si tiene voluntad y los comprende. Los Relatos transfieren estos asuntos a una época posterior imaginando que la problemática moderna se consumó y todo resulta más fácil, comprensible y alentador. Si el lector quiere sacar provecho de sus lecturas transfiera en reversa los episodios relatados a su circunstancia particular y actúe positivamente.

Para encontrar las plataformas firmes en que se asientan los Relatos hay que tener a mano las Enseñanzas y encontrar las ideas paralelas que estimulen la búsqueda de soluciones personales. Un ejemplo: El señor Zeta tiene serios problemas en su hogar por causa de la basura del televisor y la porquería que desparrama en su familia continuamente. Hace años que protesta y se amarga sin resultados para su tranquilidad, la convivencia hogareña, la salud moral de sus hijos. Conoce la solución, un acto análogo contrario a ese mal. Finalmente decide salvar su familia de la disolución que presiente. Habita un departamento alto; un día toma la caja idiota y la arroja por la ventana del patio de luz ante un silencio de luto de sus seres queridos. Se sienta en su sillón y no dice nada, pero derrama lágrimas por el sufrimiento que ha provocado. Los chicos se van a dormir y su esposa se sienta a su lado, también silenciosa y le toma la mano en señal de fraternal compañía. Pasa un tiempo, meses, nadie ve televisión ahí ni en los vecinos. En la mesita del aparato hay siempre un jarrón con flores. Los chicos han empezado a leer libros, su esposa reaprendió a tejer tricotas de lana para el invierno, y Zeta ha empezado a meditar sobre las ideas del Mensaje de la Renuncia. Además, se siente feliz.

Otro ejemplo es mi caso particular. Dice el Mensaje del año 1948: “¡Vivid en el mundo como si no pertenecierais al mundo! ¡Sed extranjeros! El idioma de los hombres no es vuestro idioma, no son vuestros gustos y sus aspiraciones; ¡tampoco lo son sus formas mentales!” Me preguntaba cómo puedo ser extranjero en una sociedad globalizada de polo a polo, corrupta, sin espacios para apartarme de la decadencia que ha llenado con desechos malolientes todos los huecos del Planeta, incluyendo Potrerillos, un valle apartado de la Cordillera donde vivo. Entonces se me ocurrió hacer de las Enseñanzas proféticas mi hogar, mi patria, mi mundo y para realizarlo empecé a escribir los Relatos Acuarianos, 10.000 años adelante, seguro de que los anuncios del Maestro Santiago serán realizados. Hasta cambié de nombre. Como los Relatos me pertenecen mientras permanezcan en mi PC les doy siempre un final feliz, a pesar de los contratiempos que asechan a los personajes. Soy clásico en el estilo, rechazo la novela negra y me esfuerzo para que los buenos triunfen a gusto de ellos y que los malos reciban un merecido castigo siempre. Y los “chicos buenos o malos” de nuestro tiempo, 2.008 d.C., que la Providencia Divina se apiade de ellos.

Con el capítulo 40 concluye la parte cuarta de cinco programadas para esta sección, con Relatos que esperan llegar hasta Urania donde Sanat Kumara, el Rey del Mundo, decidirá qué hacer con los hombres, como adelantó en la Asamblea del Polo Norte. Mientras tanto, el peregrino Io-Seph tiene mucho que caminar todavía por regiones pacificadas que necesitan ser reconstruidas en la dimensión de vida que practican los Acuarianos. ¿Qué harán las regiones asiáticas y americanas desvastadas por los robots? ¿Cuál será el destino de los androides supervivientes? ¿Será su espacio similar a los antiguos Atlantes y Lemures, refugiados en cavernas? ¿Qué sucederá a las quimeras, mitad humanas, mitad animales? ¿Y los trasplantados con prótesis plásticas, biológicas y metálicas? Son muchos los interrogantes que tendrá que afrontar el viajero en su peregrinación por el mundo para encontrar huellas del gran amor de Michaël. Como ha demostrado en sus experiencias por las cavernas atlánticas, los desiertos de Asia y en luchas contra los robots, peregrina confiando que todavía hay mucho amor que descubrir y lo puede encontrar en situaciones inesperadas y en cualquier rincón apartado del mundo por despreciable que parezca.

En los Cursos de Enseñanzas el lector puede encontrar referencias útiles al seguimiento de los Relatos y, en resonancia, descubrir significados de las ideas difíciles útiles para su desenvolvimiento espiritual. Sugerimos un repaso atento de los Cursos Doctrinarios, particularmente Desenvolvimiento Espiritual, Los Mensajes, La Renuncia en el Mundo y en las Almas y El Camino de la Renuncia y de los Cursos Esotéricos: El Devenir, El Aura Astral y Simbología Arcaica. Las ideas de los Cursos están relacionadas unas con otras y aunque no se encuentre una referencia puntual de algún asunto, funcionan como fermento de la intuición que ayudan a descubrir las señales que se necesitan. Las Enseñanzas sugeridas son:

Curso IV - Ens. 7: La Idea Madre. Curso V - Ens. 13: La Renuncia como Holocausto. Curso V- Ens. 15: La Renuncia Permanente. Curso VI - Ens. 16: La Expansión. Curso X - Ens. 11: Exhortación. Curso X - Ens. 10: La Renuncia como Mística Interior. Curso XXIV - Ens. 15: Los Iniciados del Fuego en la Actualidad. Ens. 16: El Maitreya. Curso XXIX - Ens. 14: Las Dos Últimas Subrazas Atlantes. Ens. 15: La Lucha de los Mil Quinientos Años. Ens. 16: Datos Adicionales.

En los diez capítulos siguientes, para que los viajes lleguen a feliz término en Urania, libre de los hielos del Polo Sur, relataré una peregrinación a las fuentes, donde comenzó la aventura humana con la Primera Raza Raíz. “El continente de la Raza Uraniana fue la actual Antártida. Floreció hace 18.000.000 de años. El cuerpo astral de los seres se recubre de una tenue emanación etéreo física, pudiendo animar las primeras tentativas humanas, grandes monstruos gelatinosos; pero los monstruos perecieron sin poder establecer un contacto verdadero con las almas.” “Todas las religiones recordarán a esa primera Raza Raíz como poseedora del Paraíso Terrenal, del Edén Perdido; recordarán su exuberante vegetación, sus fantásticas escenas iluminadas con todos los colores del Gran Elemento, en donde la luz, fruto de las energías de la Tierra, rivalizaban con la luz del sol, escondida tras la cortina de tinieblas que rodeaba el aura terrestre. Los indos le cantarían sus más bellos himnos, llamándola “tierra de la estrella polar”, la divina Zveta-Dvipa, morada de los Chhaya. Una ola tórrida y de muerte se había extendido sobre el planeta. La Naturaleza había fracasado al pretender ofrecer un cuerpo a sus Divinos Moradores. Todo parecía perdido; pero en la evolución del Cosmos la muerte es vida, la derrota es victoria.”

La Humanidad vuelve a sus orígenes, geográficos y espirituales. La realización en la Tierra se ha cumplido con la armonía del espíritu con la materia.

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