La época actual posee tanta fuerza colectivista que el hombre se encuentra obligado a vivir los pensamientos y las acciones de las costumbres sociales, de manera que le es muy difícil oponerse a las ideas masivas de la mayoría.
Texto:
Memento Homo, quia pulvis est et in pulvis reverteris. Pretiosa in conspecto
Domini mors sanctorum ejus.
Piénsese que el sufrimiento que proviene de la lucha se parece a la muerte de los incrédulos.
Texto:
Non est hic: ¡Resurrexit!
Noli me tangere.
Siempre se pide a Dios estar solo; porque se sufre el peso de las compañías que afectan e impiden la búsqueda interior. Cuando se está solo aparecen claramente en la conciencia los vicios y las virtudes del alma; entonces se puede encauzar los esfuerzos hacia la conquista de las virtudes espirituales.
El conjunto de temas que se inicia con esta Enseñanza, tiene por figura inspiradora a Maitreya. Maitreya es el arquetipo humano y divino.
Pedir a Maitreya, pensar en Maitreya, quererlo desde ya, es ir creando en uno esa imagen de perfección; es parecerse cada vez más a Maitreya.
“LOS DOS CAMINOS”. Este ejercicio, como todos los de esta serie, es muy claro y sencillo; en estas cualidades reside su valor. No solamente permite realizar un ejercicio acabado; sino que simplifica los procesos anímicos.
“EL TEMPLO DE ORO”. ¿Qué es el consuelo? Es muy difícil saberlo, porque uno tiende a confundirlo con un suave placer del alma. Muchas veces se llama consuelo al pasajero olvido del propio trabajo.
El tema de la resurrección de Hes es el más difícil de meditar y, sin embargo, es el tema fundamental de la vida interior. Los seis temas anteriores no son más que instrumentos para llegar al místico arrobamiento de la resurrección espiritual.
“LA DAMA NEGRA”. Este ejercicio de la Dama Negra, al tiempo que simplifica la actividad mental, logra expresar muy acertadamente la idea fundamental que simboliza la Dama Negra. No es la enemiga contra la cual hay que luchar, mientras sea pura naturaleza, sino tan sólo luego que esa energía natural se ha introducido en el ser, desvirtuándolo.
“EL TEMPLO DE ORO”. Para llegar al Templo del alma es necesario atravesar un sinnúmero de dificultades propias de la actividad interior. Se llega a la pureza del alma como se conquista la cumbre de un monte; se permanece allí unos instantes y luego se regresa al valle.
“LA DAMA NEGRA”. La sangre es el vínculo que une al hombre con su Dios; la materia con el espíritu. La sangre es, siempre, el don del sacrificio. La sangre no sólo es la vivificadora del ser, sino la que más ata a las costumbres, la familia, el pasado.