Los Iniciados Solares de la Tercera Categoría marcan a grandes rasgos la obra que ha de cumplir la Humanidad durante una Raza y canalizan esta fuerza divina en forma de una Idea-Madre.
Los Iniciados Solares de la Cuarta Categoría aparecen sobre la tierra siete veces en el transcurso de cada subraza, para facilitar la labor de adelanto individual de la Humanidad.
Los pueblos de todos los tiempos presentan como prototipo de su raza a uno de Ellos, el cual, viviendo dentro de las condiciones de las ideas de su pueblo, procura renovarlas y vigorizarlas de tal forma que deja una huella indeleble y un recuerdo divino de su obra, iniciando por sí solo, una nueva era.
Durante el decurso de las civilizaciones, los Iniciados Lunares vienen muchas veces a encarnar sobre la tierra. No se puede precisar el número de todos los que han venido, ni se conoce a todos.
Los Iniciados Lunares se dividen en doce categorías.
Los Iniciados Lunares de la Primera Categoría son los legisladores. Cuando aparecen pueblos nuevos, sin experiencia en los distintos órdenes de la actividad humana, vienen estos Seres a dictar leyes y normas prácticas y adecuadas para los mismos.
Los Iniciados del Fuego son seres grandemente evolucionados, pero que aún están atados a la ley de causa y efecto.
Vienen periódicamente a la tierra, no arrastrados por el karma de la reencarnación y a pesar suyo, como las otras almas, sino voluntariamente; por propia determinación se adentran en la densidad de la materia, para realizar las últimas experiencias.
Los Iniciados del Fuego aparecen continuamente sobre la tierra. Su número no se puede calcular, ni es posible definir exactamente sus tipos.
Ellos están en todos los aspectos de la vida que haya que animar; así, son músicos, artistas, santos, teólogos, sabios, exploradores, guerreros, etc.
Los grandes Iniciados, además de ser auxiliados por Iniciados de otras categorías, lo son también por un sinnúmero de seres que, por su adelanto espiritual, sintonizan con Ellos y con su obra.
Los Grandes Iniciados Solares vienen siempre acompañados de Iniciados de otras categorías.
No se hace referencia aquí a aquellos Iniciados que tienen la misión de profetizar y preparar el camino para la venida de Ellos, ni a los que trabajan antes de su llegada para disponer el ambiente y las corrientes magnéticas que los han de recibir y cobijar.
Las almas que tienen grandes misiones que cumplir en la tierra, casi siempre poseen una reserva de energías que traen desde los planos astrales para aplicarla a la labor que vienen a cumplir.
Entre las misiones que les han sido confiadas a los Iniciados del Fuego, una de gran importancia ha sido aquélla de reservar el espíritu tradicional de los primitivos Iniciados, en el más absoluto silencio y a través de las civilizaciones.