Curso XXIV - Enseñanza 5: Los Iniciados Solares de la Tercera Categoría

Los Iniciados Solares de la Tercera Categoría marcan a grandes rasgos la obra que ha de cumplir la Humanidad durante una Raza y canalizan esta fuerza divina en forma de una Idea-Madre. Una vez terminada su misión, vuelven a los mundos superiores, al seno del Padre, a la Eternidad.
Los hombres, si bien siguen el derrotero que les ha sido señalado, tienen, por su naturaleza más humana que divina, que desviarse muchas veces del cumplimiento de su misión. Es necesario, entonces, para mantener viva la llama constantemente y no desviarse del verdadero camino, que grandes seres desciendan sobre la Tierra y estimulen la comprensión y realización de la Idea-Madre.
Los Iniciados Solares de la Tercera Categoría cumplen esta misión.
Desde el mundo astral, en donde se visten con etéreas formas, con frecuencia descienden al mundo físico, periódicamente, para estar más en contacto con el trabajo de la Humanidad.
Cuando estos excelsos seres aparecen sobre la Tierra, viven apartados y solitarios y jamás la vida de Ellos y su trabajo estarán escritos en lenguaje humano, pues su obra es puramente mental.
Para que les sea más fácil dirigir las poderosas corrientes mentales sobre los centros vitales de la vida humana, eligen para morada los puntos más magnéticos del planeta. Escritores místicos y santos videntes señalaron como lugares de asiento de estos seres las cadenas más ignoradas de las montanas del Tibet. En los lugares más inaccesibles, bloqueados durante muchos meses por las nieves, adonde no puede llegar el hombre vulgar, allí están Ellos. En las islas más perdidas del océano, cuyos nombres no figuran en ningún mapa, allí están Ellos. En el desierto más inmenso, en el oasis más desconocido y más alejado de los centros de vida o población, allí están Ellos.
En los momentos de mayor apremio, cuando las terribles guerras desangran al mundo, cuando los males más grandes pesan sobre la Humanidad, Ellos aparecen de repente, como un meteoro entre las masas. Calman el furor, alivian los males, pronuncian una palabra de mando o de orientación y desaparecen rápidamente.
Un pintor, Schmiechen, que pudo ver una vez el rostro de uno de Ellos, hizo después una cabeza admirable de un Cristo, que lo simbolizaba.
Muchos se preguntan por qué estos Grandes Iniciados, ya que su misión es puramente mental y no han de tener contacto alguno con el mundo, vienen a la Tierra. ¿Qué necesidad tienen de tomar un aspecto físico, cuando éste no les es necesario, ni lo utilizan en su obra?
Es que es indispensable, para que la mente del hombre reciba el mensaje mental adecuado para ella, que ese mensaje sea emitido por un cerebro semejante al de los hombres. De otro modo, el pensamiento llegaría a través de una distinta onda, más sutil, más vibrante y más difícil de captar por el cerebro humano.
Los Iniciados Solares de la Tercera Categoría son los faros del mundo; periódicamente alumbran, desde su morada mortal, la mente de la Humanidad; mantienen viva entre los hombres la Idea-Madre e iluminan el Sendero que ha sido oscurecido por las pasiones, haciendo marchar a los seres humanos hacia el cumplimiento de su destino.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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