Curso XLVI - Enseñanza 8: Necesidad del Trabajo Manual

Los Ordenados nunca estén sin hacer nada; aún mientras conversen en los recreos sus manos realicen algún trabajo. En Turín, en la casa del Cottolengo, lo que más llama la atención a los visitantes es esa continua actividad de las Hermanas Vicentinas; incluso la portera atiende a la puerta y a la gente, mientras sigue tejiendo medias. El Cottolengo les dijo un día que le habían preguntado cómo alejar las tentaciones: “Mientras ustedes estén ocupadas y trabajando, el diablo no tendrá cabida con ustedes”.
Mientras los Ordenados estén ocupados, ningún mal pensamiento, ni duda, ni hastío vendrá a turbarlos.
El ocio es el enemigo de la virtud y siempre la Dama Negra se hace presente en el preciso momento en que se está perdiendo el tiempo o sin hacer nada, porque ella sabe cuando es tiempo de turbar a las almas y hacerlas vacilar. Y si hay alguien a quien ella quiere atrapar especialmente, ese alguien son las almas consagradas. Pescados tiene muchos la Dama Negra; en el mundo echa sus redes y recoge a montones. Pero apetece hacer caer en sus redes algún pez fino y difícil; quiere devorar algunas almas privilegiadas, de aquellas todas dedicadas a Dios. Por eso continuamente anda rondando alrededor del Radio de Estabilidad de las Casas de Ordenados.
Pero los Hijos se burlarán de ella si no le abren ninguna puerta; y no habrá puertas para la enemiga si están siempre ocupados de la mañana hasta la noche con el trabajo, la oración y el cumplimiento de todos sus deberes. Ni aún de noche podrá ella nada porque estarán rendidos y bien apurados para dormir.
Sea ésta una costumbre que se transmita a todos los Hijos que vengan a Ordenarse: que nunca estén con las manos cruzadas y sin hacer nada.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

Relacionado