Curso XLVI - Enseñanza 5: Silencio Habitual y Silencio Riguroso

Durante el tiempo del Seminario los Hijos mantendrán un Silencio rigurosísimo. No hablarán ni tendrán ningún trato con los otros Ordenados y si fueran enviados por el Director a cumplir algún recado, usarán con las personas indicadas las palabras estrictamente indispensables.
Únicamente hablarán cuando sean interrogados por el Superior de la Comunidad.
Los Hijos eviten siempre las conversaciones inútiles, aún en las horas de trabajo manual, y no hablen con las personas que por trabajo o necesidad estén en la casa o vienen de visita. Si alguna persona estuviese de visita, de paso, u obreros cumpliendo trabajos en la casa y saludan o piden algo, contestarán el saludo modestamente y a la pregunta con evasivas o dirigiéndolos a los encargados.
Dentro de las habitaciones no hablarán nunca por ninguna causa ni aún en caso de enfermedad, sino con el Superior. Incluso si hubiera algún otro inconveniente se limitarán a llamar al Superior.
No hablen en los corredores de los dormitorios, ni en las piezas de oración o estudio; sólo podrán hacerlo en las piezas de estar.
Si faltan al Silencio harán pública penitencia en las conferencias de los sábados.
Las horas de Silencio riguroso no sólo han de ser observadas de palabra sino que no se ha de oír, tampoco, ni el más pequeño ruido en el Seminario o en la Casa de Comunidad.
No se acuesten los Hijos con alguna preocupación, duda o falta sobre el alma; después del toque de Silencio Riguroso de la noche, vayan a la habitación del Director y confíenle en voz baja su pena; enseguida se sentirán aliviados y podrán disfrutar de un reposo santo.
Luego del Silencio Riguroso, cada uno en sus habitaciones podrá dedicarse a sus devociones y lectura espiritual, por media hora; después quedarán todas las luces apagadas, menos la luz de guardia.
En el Silencio Riguroso de la tarde, los Hijos que no deseen dormir, podrán dedicarse a orar, leer o estudiar.
Cuando el Superior lo crea necesario, para lograr mayor perfección o por algún ruego especial, establecerá una hora de Adoración en las horas del Silencio Riguroso, sea de la tarde o de la noche, para toda la Comunidad o para algunos Hijos en particular.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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