Hijos de Cafh: ¡Mirad hacia el valle del mundo donde las almas claman por su salvación y reciben como respuesta rayos de luz oscurecidos, rugidos de los abismos profanados, voces proféticas de destrucción o voces de esperanzas dadas por intermediarios!
¡Manteneos, Hijos de Cafh, en espíritu de simplicidad!
Dejad por el camino las cargas de la experiencia y sólo saturad vuestro interior con la esencia de lo realizado.
Dejad las enseñanzas por la Enseñanza; dejad las obras por la Obra, los sentimientos por el Sentimiento, las ideas por la Idea.
Hijos de Cafh; el Camino de la Renuncia es vuestro camino.
Haced de vuestra presencia dentro del Radio de Estabilidad la Presencia Viva de lo sobrenatural sobre la tierra.
Vosotros sois el punto magnético humano que ha de servir de punto de expansión, para dar a las almas un nuevo contacto con la vida redimida.
¡Hijos de la Divina Madre, haced tesoro de vuestra Enseñanza!
Dejad los estudios inútiles y las lecturas fáciles para escuchar y aprender sólo la Enseñanza que fluye eternamente y llega hasta los Hijos de Cafh.
¡Hijos de Cafh, la vida espiritual es la verdad; haced de la vida espiritual una verdad!
Los signos son signos, la tradición es tradición, los empirismos son empirismos, las posibilidades son posibilidades; pero sólo un conocimiento esencial, determinado, formal y evidente es una verdad.
¡Hijos de la Madre, haced que Cafh se expanda sobre toda la tierra!
Las almas todas están aptas y prontas y esperan ansiosamente sobre la hora, sin admitir ya demoras.