Puede el hombre tenerlo todo, puede gozar de todos los bienes de la vida y de una perfecta salud, puede viajar de un punto a otro de la Tierra; sin embargo, a determinada hora del día, un inoportuno visitante se acercará a él: es el dolor del tedio humano, es el cansancio de las horas que vuelan, es la sensación indefinida de que algo se ha perdido para siempre, es el sentido oculto de que un mal ignoto puede sobrevenirle en cualquier momento.