Curso II - Enseñanza 1: Los Misterios del Sacrificio

Aunque se quiera huir del dolor, a pesar de todos los esfuerzos de la civilización y adelantos modernos para hacer más llevadera la existencia, siempre está presente en la vida del hombre.
Ahora, como hace dos mil años, se pueden aplicar las palabras del apóstol Pablo, ya que en nada ha cambiado la situación interna y aun externa del Ser: “Combate y dolor es la vida del hombre sobre la tierra”.
Las religiones, y en particular la cristiana, han enaltecido el concepto del dolor para hacerlo más llevadero. Ciertos filósofos mentalistas han dicho, para vencerlo, que el dolor es ilusión, espejismo de la mente humana. Sin embargo, el dolor sigue reinando constantemente en el mundo.
Al dolor hay que aceptarlo, abrazarlo, conformarse con él, según dicen las religiones; o si no, hay que vencerlo por la fuerza, derrotarlo, arrancarlo del alma humana.
Sobre una de las lápidas del Templo de la Divina Madre está impreso un axioma que dilucida este dilema: “Vence al dolor sumergiéndote en él”.
La virtud del Sacrificio es aquella que concede a los discípulos el don de vencer al dolor por conocimiento propio.
Por el Sacrificio el dolor, las privaciones más crudas, las enfermedades más largas, las desorientaciones más intensas y más internas se transforman en un néctar suave.
Así como la abeja transforma en miel el amargo jugo de la flor el alma, por el Sacrificio, transforma en felicidad y gloria los padecimientos humanos. ¿No es esto lo que quiere simbolizar la Rosacruz?
El alma se transforma por el sufrimiento; de entre las espinas brota la flor maravillosa. ¿No es esto lo que quiere simbolizar la resurrección de Cristo después del padecimiento en la Cruz?
Ciertos ritos conocieron este secreto fundamental y procuraron por el mántram, por la oración vocal estimular al devoto a que tuviera fuerzas para soportar los dolores de la vida. Aún hoy, los sannyasis de la India llevan al cuello cadenas formadas por pequeñas semillas de fruto de árbol que escurren entre sus dedos al rezar; y los cristianos tienen con el Rosario una práctica semejante.
El Sacrificio tiene diversos matices, diversas formas. Es necesario por diversas causas y en determinados momentos.
Se pueden distinguir estos matices también por medio de un Rosario mental dividido en quince misterios de comprensión.
Se dice “misterios” porque la raíz del dolor es tan grande como la raíz de la Eternidad; conocer el porqué del dolor por el Sacrificio unitivo es conocer a la Eternidad misma.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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