Curso XL - Enseñanza 11: “NIRVANA-SHAKTI”
Versículo 46°
“Aquí está la excelente decimosexta parte de la luna. Ella es pura y asemeja al joven sol. Está delgada como una centésima parte de una fibra de tallo de loto. Brilla y es suave como diez millones de relámpagos, y está invertida. De Ella, cuya fuente es lo Eterno, fluye copiosamente una corriente continuada de néctar o Ella es el receptáculo de la corriente de excelente néctar que viene de la dichosa unión: Ella con lo Eterno.”
Comentario
El alma que ha logrado el éxtasis descrito en los versículos anteriores, que es la raíz de la liberación, vive en el mundo sin ataduras; es como si, permanentemente, tan solo un sutil velo la separara de Dios.
Este éxtasis, raíz de la liberación, puede repetirse durante la vida una infinidad de veces, sin que el sujeto logre el gran éxtasis libertador; algunas veces lo logra en la hora de la muerte y otras, únicamente en otras vidas.
Este Samadhi acusa una infinidad de matices extáticos.
Describe el Versículo 46 el éxtasis de la libración con semilla. Le llama lugar en donde está la décima sexta Kalā de la luna, que corresponde a un período de cuatro horas.
El ser que llegue a tan alto éxtasis, que está fuera de todo alcance humano, para lograrlo tiene que abandonar el cuerpo completamente y valerse del nexo etéreo y del cuerpo astral; por eso se le llama aquí morada de la luna. Pero, aún así, no puede durar más de cuatro horas; en algunos casos en que el éxtasis se prolongó por más espacio de tiempo, el ser, después de cuatro horas, no gozaba ya del éxtasis, sino, por la fuerza del mismo, no podía volver a su estado normal.
El Versículo describe la belleza de este lugar y la representa a Ella, Amā-Kalā, como el receptáculo mismo de lo Eterno. Fluye hacia Ella el néctar divino, Para-Bindu o Rūpa-Shiva, desde la misma fuente eterna de Brahma.
Este pasar de la fuerza divina se llama Parā-Prakriti-Sakti, y la unión estrecha entre lo Eterno y la fuerza divina femenina, es Para-Parā.
Amā-Kalā quiere decir la decimosexta parte de la luna, que es un período de cuatro horas. La vibración cósmica lunar, que está en continuo contacto con la tierra, cambia de ritmo cada cuatro horas; es durante la decimosexta parte de la luna cuando ésta proyecta sobre la tierra su vibración más densa.
Esto no tiene relación con la vibración de la luna que se ve como satélite, pues se refiere a la vibración de la cadena planetaria lunar que ha dado vida a la cadena planetaria terrestre.
Versículo 47°
“Dentro de Ella está el Paraíso Lunar más excelente que lo excelente. Ella es tan sutil como la milésima parte de la punta de un cabello y tiene la forma de una luna creciente. Ella es la siempre existente Señora, que es la Diosa que penetra a todos los seres. Otorga el conocimiento divino y es brillante como la luz de todos los soles brillando al mismo tiempo.”
Comentario
En Ella, Amā-Kalā, hay un período de dicha suprema, Nirvāna-Kalā. El éxtasis con semilla, aún si es logrado después de la muerte, sólo da un paraíso lunar, quiere decir, un período solo de dicha suprema.
Bhagavatī, la Señora, que es la divinidad llamada De-vatā, es la manifestación divina que penetra a todos los seres.
El éxtasis con semilla corresponde a la sagrada sílaba A.
Versículo 48°
“Dentro del espacio medio del Paraíso Lunar, brilla la Suprema y Primordial Diosa Celeste; es brillante como diez millones de soles y es la Madre de los tres mundos. Ella es extremadamente sutil, como la diezmillonésima parte de la punta de un cabello. Contiene dentro de Ella la corriente de alegría que fluye constantemente, y es la vida de todos los seres. Graciosamente lleva el conocimiento de la Verdad a la mente de los sabios.”
Comentario
En el medio del Nirvānā-Kalā, mora Nirvāna-Shakti, la Divina Madre, en su aspecto de fuerza potencial del universo, Aquélla que lleva el conocimiento de la Verdad, Tattva, a la mente de los sabios. El Tattva es el éter cósmico y los sabios hindúes lo dividen en siete modalidades; pero únicamente asignan cinco, que son: Prithivī, Apas, Tejas, Vayū y Akasha.