Curso XL - Enseñanza 2: “EL SUSHUMNĀ”

Versículo 1°

“En el espacio afuera de la espina dorsal, están los dos cordones nerviosos del Gran Simpático, colocados a derecha y a izquierda.
La médula espinal o nervio espinal está en el medio, y su sustancia es la unión de las tres cualidades. Por eso esa sustancia deviene de la luna, del sol y del fuego y es formada por ellos. Su cuerpo, una cadena de flores rojas, se extiende desde el medio del plexo coxígeo hasta la cabeza o bulbo raquídeo; y en su interior se extiende la vara brillante, desde el falo hasta la cabeza.”

Comentario

El texto le llama a la espina dorsal, simbólicamente, Monte Meru, para decir que aquél que, por su voluntad, logra hacer ascender el éter cósmico hasta el cerebro, ha realizado la verdadera unión con Dios.
El Maestro de las enseñanzas no moría, sino se iba al Monte Meru y se transformaba en un Dios, en un mito. Transmutar el éter cósmico es transformar al ser humano en un ser divino y duradero.
Si bien algunos comentarios dicen que el kundalini se enrosca, al subir, en la columna vertebral, aquí se expresa que no es adentro de la espina dorsal sino afuera de ella que el kundalini sube y baja, a la derecha y a la izquierda respectivamente, por dos cordones. Los hindúes, a este movimiento en estos cordones, le llaman Shiras; uno es Shashī y el otro Mihira.
A la espina dorsal y a sus canales le llaman los hindúes Sushumnā. El Nādisushumnā es sólo la médula o nervio espinal. Dentro del Sushumnā está el éter cósmico y esta sustancia reúne en sí los tres aspectos: material, energético y espiritual. Los hindúes les llaman a estos tres aspectos de la sustancia cósmica, las tres Gunas. Ellas son: Sattva, Rajas y Tamas.
Sattva, es la mente, el equilibrio, la comprensión.
Rajas, es la energía, el movimiento, la pasión.
Tamas, es la materia, la pesantez, la inercia.
Esta sustancia deviene de la luna, el sol y el fuego. De la luna, en su aspecto femenino, del sol en su aspecto masculino, y del fuego en su aspecto neutro.
El Sushumnā es el cuerpo que guarda esa sustancia que el texto, poéticamente, llama cadena de flores rojas o Dhustura.
Dentro del Sushumnā, hay una especie de tubo que guarda la sustancia divina y que se extiende desde el medio del Kanda, que es el plexo coxígeo, hasta la cabeza. Y dentro de este tubo hay otro tubo más sutil, que es la vara brillante o Vajrā, que se extiende desde el falo o Medhra, hasta la cabeza.
Los muchos y diversos textos orientales que tratan del poder cósmico depositado en el cuerpo humano, no son muy explícitos para determinar exactamente la región donde residen estas fuerzas.
En el centro de la región coxígea se encuentra el triángulo donde descansa el magno poder del éter universal. La Madre de la Creación tiene allí su asiento y el parpadeo de sus ojos es lo que da vida a los seres. Si Ella despertara totalmente, el poder del hombre, su dominio sobre los elementos y las fuerzas siderales, sería indescriptible.
Cuando el éter cósmico toma fuerza o, mejor dicho, encuentra libre el paso para subir a lo largo de la columna vertebral, asciende por la derecha, enroscándose dentro de los nervios del Gran Simpático; se establece en el ombligo primero, en el corazón después y, por último, en el cerebro. El movimiento del ascenso es positivo o solar, creador; el de estabilización es neutro o del fuego, y el de descenso es negativo, lunar o pasivo.
En los seres divinos el asiento del éter cósmico se halla constantemente en el cerebro. Los seres de una alta evolución espiritual, lo tienen en el corazón, sin que baje de allí. En los seres comunes, aún cuando el poder sube hasta el cerebro, vuelve después a bajar lentamente a la cámara sacra o región coxígea.
En todos los seres, con mayor o menor empuje, asciende el kundalini por los cordones simpáticos para mantener la vida del organismo. Pero el éter cósmico no sólo asciende por los cordones simpáticos; tiene también otras vías que están trazadas, pero que no se usan comúnmente.
La segunda vía está dentro de la espina dorsal y se enrosca alrededor de la vara brillante o Vajrā, dando a los seres que la pueden emplear, un extraordinario poder mental y psíquico.
El tercer camino está dentro del Brahmanadhi o canal de Dios y es el que da el éxtasis y el don espiritual.
El movimiento del éter tiene estrecha relación con la respiración.
Cuando el éter asciende, se respira por la fosa nasal derecha y, cuando desciende, por la fosa nasal izquierda. La respiración marca el ritmo del movimiento del éter cósmico.

Versículo 2°

“Dentro de la vara brillante está Ella, la Diosa de la Sustancia Cósmica. Ella es lustrosa, con el lustre del Ser Supremo, el Om, y los ascetas pueden llegar a Él por la práctica ascética.
Ella, la Diosa de la Sustancia Cósmica, es flexible como el hilo de la araña y penetra por todos los centros colocados dentro del espinazo, y es pura inteligencia.
Ella, la Diosa de la Sustancia Cósmica, es hermosa por razón de estos centros que están atados sobre Ella.
Dentro de Ella está el canal por donde pasa el puro Espíritu de Dios, el cual se extiende desde el orificio de la boca del falo, hasta el lugar allende la cabeza, donde está la Divinidad Mayor”.

Comentario

Antes de seguir adelante en la explicación del texto, es necesario conocer los diversos nombres y conceptos que tienen los hindúes del éter cósmico depositado en el cuerpo humano.
El éter cósmico es la fuerza del Espíritu Divino en movimiento; es su fuerza creadora que tiene en el ser humano diversas expresiones que emanan de esa sola y única raíz.
El éter cósmico es llamado por los hindúes Chitrinī, especialmente en su imagen como sustancia cósmica material.
El éter cósmico también es llamado por los hindúes Ādideva (Divinidad Mayor), en su imagen de la sustancia cósmica en estado de más alta vibración y con asiento en el cerebro.
El éter cósmico, asimismo, es llamado por los hindúes Kundalini, y es el aspecto energético de la sustancia cósmica que tiene su asiento en el plexo coxígeo.
Chitrinī, la sustancia cósmica depositada en el ser humano, está encerrada cuidadosamente dentro de un canal que se llama Vajrā.
La sustancia cósmica es siempre mente, energía y materia; pero su aspecto preponderante es el de la creación de las formas.
Esta divina sustancia, al llenar por completo toda la columna vertebral, permite al ser estar de pie. Pero la misma no puede ir, desde luego, desunida de la causa primordial, del Divino Espíritu; por eso, Ella, Chitrinī, recibe su belleza, su fuerza y su vida, del Ser Supremo con el lustre de Pradana.
Al decir que los Yoguis pueden llegar a Él por la Yoga, significa que la verdadera liberación para el logro de Dios, se consigue por el dominio metódico de la materia y la posesión de la sustancia cósmica.
Ella, Chitrinī, es flexible como el hilo de la araña, dice el versículo, y penetra en todos los centros. La flexibilidad indica el movimiento y el movimiento de la sustancia cósmica encerrada dentro de la espina dorsal, es la labor de la fuerza energética o Kundalini.
También dice aquí, que Ella es pura inteligencia, porque su finalidad es vibrar hasta lograr un estado puramente mental: Ādideva.
Ādideva, Chitrinī y Kundalini son tres formas distintas y al mismo tiempo iguales; trabajan distintamente una de otra y, sin embargo, son inseparables; son tres emanaciones independientes y una sola esencia en su causa fundamental.
Chitrinī se manifiesta, como se dijo, en la materia; por eso su belleza es la forma. Por razón de esos lotus atados sobre Ella, Ella es hermosa.
La finalidad del despertar de la fuerza cósmica del hombre, es encontrar a Dios en el éxtasis mental, que da Ādideva; eso se logra con el movimiento rítmico de la energía interior, Kundalini, actuando sobre Chitrinī.
Mientras este desenvolvimiento se va efectuando en el hombre, las manifestaciones exteriores son de múltiples formas, variados poderes y distintas expresiones.
Dentro de Chitrinī está el Brahmanadi, canal de Dios, que se extiende desde la boca de Hara, imagen del falo de Siva, el hombre perfecto hecho Dios, hasta el lugar allende la cabeza, donde está el asiento de Ādideva, la Divinidad Mayor. Por ese canal pasa el vivificante Espíritu que está detrás de todos los aspectos de la manifestación.
La fuerza de la sustancia cósmica depositada en el hombre desde el plexo coxígeo hasta el plexo coronario, se vivifica constantemente por la fuerza cósmica que de continuo penetra en el cuerpo desde el exterior. Esta fuerza, que viene de lo exterior, circula por el Brahmanadi y esto significa que es una fuerza infinitamente más sutil, una vibración casi divina, aliento de Dios.

Versículo 3°

“Ella, la Diosa de la Sustancia Cósmica, es hermosa como una cadena de relámpagos, fina como una fibra de loto y brilla en la mente de los sabios.
Ella es extremadamente flexible; y es la que despierta el conocimiento puro, la incorporación de toda felicidad, cuya verdadera naturaleza es pura conciencia.
El Pasaje Secreto brilla en su boca: este lugar es la entrada a la región rociada de ambrosía y se llama Nudo, así como también, Boca de la Columna Vertebral.”

Comentario

Al decir el texto que Chitrinī es hermosa como una cadena de relámpagos, indica con claridad que, si bien la sustancia cósmica está derramada a todo lo largo de la columna vertebral, cada emoción produce una distinta tonalidad vibratoria.
Es fina como una fibra de loto, porque es tan sutil como la energía misma, que la hace vibrar en forma tal, hasta que brille en la mente de los sabios, o mejor dicho, se transforme en Ādideva.
Al decir que Ella es la que despierta el conocimiento puro, una vez más se afirma que no hay diferencia esencial entre los diversos aspectos de la sustancia cósmica, pues éstos se unen entre sí.
A la suprema felicidad que da el despertar de Kundalini en el cerebro, se le llama Incorporación, que es Unión; y de esa Incorporación o Unión nace la pura conciencia, o fusión del alma con Dios. La unión de dos elementos esencialmente iguales, pero aparentemente diferentes, Chitrinī y Ādideva, y que dan el éxtasis supremo por su unificación, es llamada por los hindúes Shudda-bodha-svabhāva, que quiere decir: Alimento Divino, Pan del Cielo, Sagrada Comunión, Ágape o Eucaristía.
Para afirmar más este concepto de que Chitrinī es una con Kundalini y Ādideva, el texto, al decir que cuando llega al cerebro se transforma en pura conciencia y felicidad, agrega en seguida que el Brahma-dvara, que es el pasaje entre los órganos genitales y la espina dorsal, brilla en su boca, en la Chitrinī, y que ese lugar es la entrada a la región divina.
Nudo es el pasaje entre el plexo coxígeo y la espina dorsal, y se llama también Boca de Sushumnā.
No se cansa el texto de hacer notar que la Sustancia Cósmica es siempre la misma, si bien tiene diversas vibraciones, y que siempre es Ella, desde la boca de Sushumnā hasta Ādideva.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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