El método aquí expuesto servirá especialmente a los principiantes para entrar al camino de la Meditación y facilitará extraordinariamente este ejercicio.
Primera Meditación.
Tema: La Dama Negra.
Efectos: Aborrecimiento.
La práctica de esta Meditación conduce al alma a considerar sus extravíos y faltas y al aborrecimiento de los mismos; cada acto perverso cometido por el ejercitante se transforma en un cuadro vivo que lo hace padecer y purgar sus males.
¿Qué representa dentro de la Simbología que emplea Cafh la Dama Negra?
El camino espiritual se realiza por etapas; no empieza ni termina en una vida. Comenzó con la individuación del ser humano y terminará con su liberación.
Van a continuación, unos ejemplos de Meditación Afectiva fáciles para principiantes y sencillos en su modo de expresión.
Meditación: “LA DAMA NEGRA”. Efectos: “ABORRECIMIENTO”.
Invocación:
Pido a Maitreya.
Ven, te lo suplico; apresúrate que estamos perdidos.
Para las almas a las cuales la sucesión de imágenes e ideas cansa la mente, son necesarias imágenes e ideas gráficas y simples para el ejercicio de la Meditación, como las siguientes:
Meditación: “LA DAMA NEGRA”. Efecto: “ABORRECIMIENTO”.
Invocación:
Te pido, oh Señor mío crucificado, el don maravilloso de penetrar en los misterios de tu sangre adorable y divina.
Si Tú me concedieras el bien de penetrar mi alma en el misterio de una sola gota de tu preciosísima sangre, yo estaría salvo para toda la Eternidad; yo descubriría el secreto supremo del amor verdadero, del Amor Real.
El conjunto de temas que se inicia con esta Enseñanza, tiene por figura inspiradora a Maitreya. Maitreya es el arquetipo humano y divino.
Pedir a Maitreya, pensar en Maitreya, quererlo desde ya, es ir creando en uno esa imagen de perfección; es parecerse cada vez más a Maitreya.
“LA DAMA NEGRA”. Este ejercicio de la Dama Negra, al tiempo que simplifica la actividad mental, logra expresar muy acertadamente la idea fundamental que simboliza la Dama Negra. No es la enemiga contra la cual hay que luchar, mientras sea pura naturaleza, sino tan sólo luego que esa energía natural se ha introducido en el ser, desvirtuándolo.
“LA DAMA NEGRA”. La sangre es el vínculo que une al hombre con su Dios; la materia con el espíritu. La sangre es, siempre, el don del sacrificio. La sangre no sólo es la vivificadora del ser, sino la que más ata a las costumbres, la familia, el pasado.
Un hombre sin proyección hacia lo sobrenatural, que reflexione sobre lo que percibe de las relaciones humanas, llegará a la conclusión de que todo está perdido para él.
Comprobará, por ejemplo, que las palabras, especialmente aquellas que designan actitudes morales o éticas pronunciadas por los hombres de hoy, son meros sonidos convencionales que traducen aspectos parciales, superficiales y, la más de las veces, falsos de aquellas actitudes.
La Fe es el reconocimiento íntimo por el ser humano de la identidad de su esencia con la Divina Madre. Que la Fe actúe sobre el hombre con mayor o menor beneficio depende de la espesura de los velos con que se ha rodeado.