Esta conferencia la dictó el Caballero Gran Maestre basándose en unas observaciones escritas que le hiciera la Señora Amelia a pedido suyo. Tomó aquellas observaciones que se refieren exclusivamente a la educación y trato dado a los niños en el colegio.
Tsong Kappa dice que los primeros siete años de una Comunidad son los más difíciles, porque son los años en que se forma el espíritu de la Comunidad; en los diez años que siguen se forma el Cuerpo Místico de la Comunidad, pero después de los cincuenta años la Comunidad es inconmovible.
La Observancia es la perla más grande y valiosa que tienen los Hijos de Cafh y sobre todo los Hijos de Comunidad.
Sólo la Observancia puede darnos la seguridad de que correspondemos a la vocación, de que cumplimos bien nuestros votos y de que moriremos amparados por el amor de nuestra Divina Madre.
Esta conferencia fue dada en carácter de dirección espiritual. Advertencias hechas sobre cómo entiende el Caballero Gran Maestre la oración, cómo quiere que la practiquemos y cuándo llega el momento de cambiar de método en la oración.
Los Hijos de Comunidad son muy pocos y se ha puesto mucho esmero para educarlos porque suponemos que serán los Superiores del futuro.
Han de ser Superiores en todos los aspectos, por eso el Caballero Gran Maestre los corrige tanto, ya que de ellos depende el porvenir de Cafh.
El momento que vive la Humanidad es de gran importancia porque no se ha dividido en clases, sino en dos sectores que están dispuestos a la guerra y a destruirse mutuamente: el hombre que produce y el hombre que explota la productividad.
No se puede dejar pasar el Retiro sin echar una mirada hacia nuestro Pueblo, hacia la Eternidad, desde donde nos viene todo el consuelo y la asistencia y, sobre todo, hacia aquellos guías que nos acompañan y nos ayudan a cruzar el puente rápidamente.
La Divina Madre es la que ha dado al Ordenado la gracia de su vocación y esta divina vocación ha conducido al Ordenado hasta la Puerta Santa del Hogar de la Divina Madre.
Nuestro trabajo principal es vivir la vida interior y esto no es posible sin la oración. Por eso la oración es nuestra finalidad y obligación principal.
Cuando el Caballero Iniciado llega a la Divina Madre para realizar las Místicas Bodas le pregunta: “¿Dónde estabas Tú Amada mía?
Como hombres que somos estamos acostumbrados a hacer separaciones; por eso hablamos de épocas y fechas determinadas para la Encarnación de un Salvador de la Humanidad, como si cada Iniciado que viene fuera distinto de otro.