A los ojos atónitos del clarividente se presentan en el aura, o séptimo subplano del mundo astral, las Ruedas Etéreas como hermosísimas flores, que abren sus corolas a la luz del desenvolvimiento espiritual que las estimula.
La magia negra es un poder ejercido por los hombres para destruir aquello que aún tiene derecho a subsistir.
En ciertas etapas de la vida y según determinadas leyes que rigen a los hombres, éstos pueden destruir aquello que ya ha cumplido su misión así como la matanza de los animales y las muertes guerreras.
La magia gris es la que quiere lograr el dominio sobre la naturaleza y en particular sobre las plantas.
Las plantas encierran grandes y aún desconocidas propiedades.
Fueron los Iniciados etruscos que llegaron a un gran adelanto en el descubrimiento de las propiedades de las plantas.
La sangre es el más poderoso agente magnético del organismo.
Su estructura sutil, compuesta en su mayor parte por átomos ultérrimos, la hacen un puente entre las fuerzas orgánicas y las fuerzas astrales.
La magia rosada se practica cuando se desea lograr sensaciones que corresponden a un estado de evolución ya trascendido por el ser.
El alma que entra al sendero experimenta en las prácticas espirituales, en un principio, un cierto deleite, pero la experiencia enseña que no puede detenerse allí, pues el discípulo ha de lanzar sus fuerzas sensoriales cada vez más arriba hacia el cerebro, hacia la visión espiritual.
El hombre se vale de la Magia Celeste para ponerse en contacto con el más allá, ya sea éste relativamente próximo, como serían los difuntos no muy evolucionados, o más alejados: los antepasados, maestros invisibles, entidades directoras, Dios.
A diferencia de la Magia Celeste, la Magia Blanca se realiza sin pedir nada.
Los magos blancos pertenecen a la Fraternidad Blanca, que tiene como misión la de auxiliar a la Humanidad, a cualquier hombre, cualquiera sea su raza, sexo o credo.
Para lograr la transmutación interna, es decir, poder llegar a la transmutación de las fuerzas externas en internas, es aconsejable la práctica de ciertos ejercicios. Sin ellos y pese a una práctica constante de la continencia sexual, será difícil al discípulo llegar a transformar la materia en energía y la energía en mente.
A través del dominio de la Rueda Control el discípulo logra el dominio del temor, y con ello una de las influencias que constantemente se interponen en su desarrollo espiritual.
El plexo solar es un centro de poder. El que domina esta rueda da vida o da muerte. Ello se explica teniendo en cuenta la relación que existe entre la Rueda Solar y el plano cósmico-energético.