Curso XLII - Enseñanza 5: La Magia Celeste

El hombre se vale de la Magia Celeste para ponerse en contacto con el más allá, ya sea éste relativamente próximo, como serían los difuntos no muy evolucionados, o más alejados: los antepasados, maestros invisibles, entidades directoras, Dios.
Esta magia se emplea para pedir.
Todos los credos la practican en formas que difieren algo entre sí, aunque sea sólo en la parte externa. Pero ellos suelen ir perdiendo el poder interno y hay credos que subsisten aún habiendo perdido prácticamente toda esta parte esencial.
Hay cinco etapas indispensables en la Magia Celeste: 1° Penitencia; 2° Purificación; 3° Confirmación; 4° Vocalización y 5° Transformación.
1°. La Penitencia consiste en poner el cuerpo físico en condiciones de entrar en contacto con la entidad deseada. Se efectúa mediante el ayuno e ingiriendo sólo determinados alimentos.
En las ceremonias religiosas sucedía muchas veces que no se daba real cumplimiento al ayuno. Se lo representaba, exteriormente, haciendo aparecer al oficiante como si en verdad la hubiera realizado. Aparecía entonces con rostro demacrado, lo que se lograba aplicando ceniza en la cara.
Corresponde a esta primera parte, como elemento, la tierra. Puede también asociarse con los ornamentos negros en el ritual romano, que corresponde a la misa de difuntos.
Cabe advertir que los espiritistas no logran ponerse en contacto con altas entidades porque no practican la indispensable penitencia. Casi siempre sólo lo logran con seres de bajísima evolución.
2°. La Purificación. No basta la limpieza interior. Realizada la penitencia es preciso la limpieza exterior, lavarse. Ello se recuerda en el bautismo cristiano. Quita la mancha del pecado original, o sea los hechos kármicos que hicieron necesaria la reencarnación. Los magos celestes se bañan y usan ropa blanca de lino. Se usan perfumes para atraer a las entidades por ser el perfume una forma externa de limpieza. Perfumarse simboliza purificación.
El bautismo se efectuaba, en los primeros siglos del cristianismo, para Pascua y durante los ocho días subsiguientes los recién bautizados llevaban una túnica blanca para simbolizar su pureza. El domingo después de Pascua se la quitaban, y ese domingo se llama, por eso, “in albis”.
En la Iglesia Romana son blancos los ornamentos en el tiempo pascual.
Elemento que corresponde a esta segunda parte: el agua.
3°. La Confirmación. Podría decirse que hasta aquí el mago celeste no ha hecho sino prepararse, llegar al pie del altar. Con la Confirmación asciende las gradas. Es una reafirmación de la voluntad. El homónimo sacramento cristiano hace soldados a los confirmados de Cristo.
Se suben las gradas ya pisadas por otros, los que antes ya se han sacrificado. Se confirma lo realizado por otros. En todo altar, que simboliza el Sepulcro, hay una reliquia de un mártir. Por eso, la conmemoración de los Mártires se realiza con ornamentos rojos. Corresponde a esta parte como elemento: el fuego.
4°. La Vocalización. Por la vibración se procura ponerse en contacto con las altas entidades deseadas. Son los mantrams, las oraciones adecuadas. Aquí es de valor todo lo relacionado con la Oración. Los ornamentos son verdes. El elemento correspondiente: el aire.
5°. La Transformación. Aquí el oficiante se une con la Entidad. Externamente se representa con el velo con que se cubre el sacerdote cuando consagra el cáliz. En Egipto, el sacerdote se retiraba a una cámara oculta al estar en presencia de la Alta Entidad; era invisible para los hombres. Se supone que recibida la comunicación del Maestro, el Sacerdote puede dirigirse a los hombres en su nombre, para transmitirles el mensaje. El sacerdote viene a ser el canal de que se valen los Maestros. Los ornamentos son morados. El elemento es el Éter.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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