Curso XLII - Enseñanza 8: Ejercicios para el Dominio de la Rueda Control

A través del dominio de la Rueda Control el discípulo logra el dominio del temor, y con ello una de las influencias que constantemente se interponen en su desarrollo espiritual.
Los ejercicios adecuados para el vencimiento del temor y el desarrollo correcto de la Rueda Control son extremadamente dificultosos, porque se relacionan con el bienestar y malestar del cuerpo físico.
Para este ejercicio es indispensable que el discípulo aprenda a limpiar su vientre en el momento que lo desee y a activar y calmar la circulación de la sangre.
El discípulo, puesto de pie, con las manos colocadas en la nuca y levantando el pie izquierdo a la altura de la rodilla derecha, concentra su pensamiento en el bazo hasta que siente una corriente fría que corre desde el costado izquierdo hasta el ombligo.
Cuando ha logrado esto, bajará la mano izquierda sobre la rodilla izquierda, procurando salivar rápida y continuamente, porque no hay que olvidar que este centro de fuerza está relacionado con el gusto, la boca y las rodillas.
Un temblor intenso sacude todo el cuerpo del ejercitante, hasta que un frío sudor inunda todo su cuerpo. Es tan grande, en ciertos casos, el espanto que lo embarga que le parece que su cuerpo va a estallar.
La onda negativa del temor ha entrado totalmente en el cuerpo humano y, sin cesar la salivación, para evitar la contracción del estómago, se lanza esta fuerza negativa por el ombligo.
Luego se sienta, descansa y elimina las partes negativas restantes por el ano.
Otro ejercicio muy útil y no peligroso para dominar la Rueda Control, es forjarse la imagen mental de que la Rueda en movimiento de color blanco violado, está ante los ojos del ejercitante, mientras inspira profundamente por la nariz y espira por la boca, pronunciando las sílabas sagradas: Ba y Bha, Ma y Ya, Ra y La. Después de esto se pronuncia las palabras: Svādhishthāna, Bijā, Bijā-Vam, Rākini, May Hari, May Hari, May Hari.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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