Para comprender mejor esta Reflexión es necesario consultar las siguientes Enseñanzas del Curso “Historia de las Órdenes Esotéricas”: La Sabiduría Árabe y la Mujer Velada; El Antiguo Egipto y El Templo de la Iniciación.
En la vorágine de acontecimientos mundiales que suceden sin tregua, sobre los que ya hemos reflexionado tantas veces: las informaciones globales negativas y continuas, el vértigo ruidoso de las calles pletóricas de vehículos y gente, las matanzas de Irak y Palestina, los dramas familiares, el triunfo social de los homosexuales, la televisión satánica, el desorden de los estados nacionales, la banalidad de las iglesias, etcétera, me pregunto: ¿Dónde están parados los hombres?
“Ideas y obras nuevas se preparan para el mundo. Si la raza del cristiano signo del pescado ha desarrollado en alto grado los estados de colectividad, los grandes movimientos y organizaciones en masa, la sexta subraza desenvolverá, de un modo especial, la egoencia del ser”.
El domingo 3 de octubre, en las instalaciones de la Aldea de los Niños, celebramos un nuevo aniversario del natalicio del Maestro Santiago y, en esta ocasión, fue galardonado con el Premio de Honor a la Fidelidad el Dr.
Es necesario repetir una vez más la antigua y siempre actual pregunta: ¿existe un Dios Creador, o no existe? Y se deberá, por la posesión de ideas claras, propias, responder a conciencia.
La escuela esotérica que, por darle un nombre, podría llamarse politeísta tuvo su máxima expresión en Egipto. Eventualmente decayó y sus templos fueron completamente sepultados bajo las arenas.
Los mahometanos se encargaron de impedir que se buscaran y sólo recientemente, no hace siglo y medio todavía, se ha empezado a desenterrar templos y sepulcros y a descifrar inscripciones, las que son todas exotéricas.
El concepto de un Dios personal como centro y vida de su Universo, creador de todos los seres, es una concepción del pensamiento egipcio.
El Ishwara de los Hindúes es el punto único que une lo Infinito con lo finito; al reverenciar a Ishwara el hinduísta venera a la Eternidad de la cual emana, pero el Dios de Egipto es Él y nada más que Él.