Curso XLIII - Enseñanza 4: Primera a Quinta Figuras del Tarot: Su Interpretación
Figura N° 1
El hombre vestido de blanco es el hombre triunfante, el hombre Dios, aquél que ha llegado a dominar el Gran Elemento. Por eso está sobre las aguas.
Este dominio lo ha logrado con la armonía de los poderes, representada por el brazo izquierdo levantado y el derecho estirado hacia abajo.
Esto ha sido logrado por la visión serena de Dios, indicada por el amplio sombrero y el nimbo de luz.
Al mismo tiempo, es el microcosmos, imagen del Macrocosmos.
Cosmogónicamente, el agua es la Substancia Primordial, el sombrero, el Universo manifestado y el hombre, la Energía Cósmica.
En la Mitología latina, es Mercurio, el que vuela sobre la tierra; en la religión Cristiana es Cristo Triunfante, que resucita de la tumba.
Es también Horushatum, aquél que posee el principio, el fin y la conservación de la Creación Universal.
Figura N° 2
Esta figura simboliza la dualidad, el agente positivo y negativo, masculino y femenino, el hombre y la mujer.
Nótese, sin embargo, que en vez de dos figuras, aparece una sola y ésta, de mujer. Esto es porque el primer punto de diferenciación es siempre potencial; por eso se le simboliza con aspecto femenino.
La fuerza de la dualidad, potencial y activa, que es la fuerza que rige el Universo, está afirmada por los dos cuernos que la mujer lleva sobre la frente y por las dos columnas entre las cuales está sentada.
El manto rojo significa que, donde hay manifestación y dualidad, hay vida, y el secreto de la vida es: movilidad, cambio, atracción y repulsión, “solve et coagula”; en una palabra: dualidad.
Esta imagen es la Isis egipcia, la Afrodita griega, la Venus latina.
Figura N° 3
Esta figura es la Divina Madre, la Manifestación en sus tres distintas formas de expresión: espíritu, mente y materia.
En todos sus atributos expresa el ternario, la Trinidad.
Lleva el manto rojo, que simboliza la vida y también el celeste, simbolizando el origen divino de la Creación.
Tiene en las manos el símbolo terrestre, pero también tiene alas, para simbolizar el vuelo del espíritu; sobre el escudo lleva pintada un águila, pues la materia tiende constantemente a volver a la fuente donde se originó.
El espíritu y la materia están unidos en esta figura por la imagen femenina, que es como un lazo entre el cielo y la tierra.
Es imagen de la Inmaculada Concepción.
Figura N° 4
En esta figura nótese especialmente el triángulo sobre el pecho del Emperador y el cuadrado subtendido por la cruz que forman sus piernas cruzadas; porque aquí el espíritu está encerrado en la materia, el poder de la vida está encerrado en la manifestación humana.
El Emperador lleva sobre el pecho el triángulo, la banda, signo del poder; pero no puede usarlo sino dentro de la medida humana, porque no tiene las piernas libres, sino cruzadas.
Es el último punto, el Nadir, al cual se llega para tomar impulso para el regreso.
Cristo dijo a Pedro: “Tu eres la piedra y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Quiere decir: “Eres la materia que ha de ser vivificada, eres el hombre material iniciado”.
Cuando el espíritu se asienta sobre la materia, ésta se transmuta en espíritu. “Eres la puerta del cielo, el guardián del Umbral”, en una palabra: la materia en su más alta vibración, cuando ya va a ser absorbida por la vibración espiritual.
Este signo también está simbolizado en las dos llaves de Ahehia, que están cruzadas, y que abren las puertas del cielo y del infierno.
Es la tau hebrea, que abre las puertas del cielo.
Las cruzadas piernas del Emperador simbolizan también los cuatro puntos cardinales y los cuatro elementos terrestres.
Figura N° 5
El Gran Hierofante es símbolo del pentagrama, de los poderes mentales; poder de conocer la materia, de conocer la esencia astral, la esencia radiante, el corazón de los seres y poder de conocer su capacidad.
Este símbolo es filosofía, religión, ética, historia y lenguaje.
El Maestro puede enseñarlo todo, pero la Realización Espiritual no la puede dar.
El gran Sacerdote puede llevar el alma hasta la puerta del lugar en donde la examinarán los jueces de la muerte; pero allí deberá entrar el alma por sus propios medios.
El Gran Hierofante domina los mundos inferiores y los mundos superiores: las dos columnas en el fondo de la figura y tiene el poder material, astral y mental.
Pero el poder espiritual es únicamente de Dios.