Curso XXXVI - Enseñanza 9: El Hombre Completo

El ser es un microcosmos, un universo en miniatura. Conocer bien el complejo externo e interno del hombre es conocer el Universo.
De igual forma que el cosmos, el ser es ternario y septenario en su estructura.
No hay realmente una diversidad en el ser, sino distintas tonalidades de vibraciones, desde la más fuerte y sostenida hasta la más suave e imperceptible.
El ser sale del Manantial Eterno, se densifica a través de múltiples formas y expresiones, para retornar a Él, ya sutilizado, sin que la substancia fundamental cambie jamás.
Pero es indispensable, para comprender estos cambios, dividirlos y estudiarlos separadamente.
Como ternario, el Ser es:

  1. Espíritu
  2. Alma
  3. Cuerpo
    El cuerpo es la parte del hombre ya conocida. Todos los seres corresponden a una misma ley biológica que los distribuye en categorías, según la especie de raza, clima y tiempo al que pertenecen.
    El alma es la mente del hombre; es real por las manifestaciones que la determinan, si bien invisible por su especie.
    El Espíritu es la esencia substancial divina en el hombre. Él sólo se expresa en el alma del ser como potencialidad unitiva e inmanente, o actividad individual creadora. En sí es simplemente lo que es. Permanece eterno, invariable, indivisible e ignorado. Ese es el Espíritu.
    Todo cambia, el cuerpo y el alma del hombre se transforman continuamente; pero el Espíritu permanece siempre en su estado de origen.
    El Ser ternario es simultáneamente septenario si se divide en las siguientes partes:
  4. Cuerpo Físico
  5. Cuerpo Astral
  6. Cuerpo Energético
    Estas tres partes del ser constituyen el cuerpo del hombre.
  7. Mente Instintiva
  8. Mente Comprensiva
  9. Mente Intuitiva
    Estas tres partes del ser constituyen el alma del hombre.
  10. Espíritu Estos principios, coronados por el Espíritu, forman por su naturaleza el Hombre Completo.
    El cuerpo físico es el instrumento; por él el alma adquiere experiencias externas y se habilita en el manejo y dominio de los elementos.
    El cuerpo astral es un molde sutil y perfecto del cuerpo físico y sus vibraciones áuricas permiten que los deseos del alma se transmitan al cuerpo y que los resultados de las experiencias del cuerpo sean conocidos por el alma.
    El cuerpo energético es la parte luminosa y sutil del cuerpo completo; une la parte inferior y material a la parte anímica del ser.
    Entre estos distintos cuerpos existen moldes o lazos de conexión, similares a la pielcita adherida a la cáscara del huevo.
    La mente instintiva es el depósito del alma. Todas las experiencias hechas están allí registradas y todos los impulsos que se manifiestan en el ser tienen origen en esta parte. El subconsciente tiene allí su gran registrador.
    La mente comprensiva es aquella parte del alma que analiza las ideas y controla los sentimientos. No permite al instinto que se sobreponga; observa el material expuesto y considera los resultados.
    El hombre actual está desarrollando esta parte del alma y, si bien tiene muchos instintos que no puede dominar, es completamente diferente a un hombre puramente instintivo.
    La mente intuitiva, que desarrollará el hombre futuro, es aquella potencia del alma que conoce las cosas en sí y las expresa sin variante.
Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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