Curso XXXVI - Enseñanza 8: Los Mundos de los Devas

Las mónadas espirituales que transcendieron el plano de la Humanidad, moran en planos superiores llamados los “Mundos de los Devas”.
Existen en ellos tres cadenas de Huestes constructoras: la Hueste de la Sombra, la Hueste de la Humanidad y las Huestes Estelares.
La celestial Hueste de la Sombra dirige el desenvolvimiento de los elementales de la rueda terrestre.
Son ángeles radiantes que influyen sobre el mundo material únicamente por concentración. Su pensamiento se concentra sobre la labor que tienen que ejecutar y cuando ha generado formas que pueden desenvolverse solas por un determinado lapso, estos ángeles se reconcentran en sí mismos, pierden todo control de la vida que manifestaron a su alrededor y permanecen fijos, introspectivamente, recibiendo el mensaje de la Hueste de la Humanidad.
La Hueste de la Humanidad, o los arcángeles, dirigen su labor por intermedio de la Hueste anterior. Todas las oleadas de vida humana pasan por el prisma septenario de sus conciencias y voluntades, reflejándose en el mundo por la evolución de los tipos, de las razas y de los distintos seres.
No tienen estos arcángeles períodos de concentración activa y períodos de concentración pasiva; únicamente poseen conciencia en sí que, al pasar a través de sus mentes, toma voluntad de acción.
Este excelente estado de continua meditación nunca puede ser interrumpido; siempre existe; sólo por reflexión se expresa a través de la Hueste de la Sombra en el mundo.
Toda la plenitud de su felicidad es reflejar en sí, como la gota de agua la imagen del sol, la imagen espiritual de las Huestes Estelares, los Principados.
Los Principados son los constructores de las cadenas planetarias. Cada astro, cada estrella, cada planeta, es el cuerpo material de ellos. Tal cuerpo material no puede en nada afectarlos porque son de naturaleza substancialmente divina.
La primera Hueste es periódicamente voluntad y periódicamente conciencia. La segunda es conciencia y voluntad, simultáneamente. La tercera es únicamente conciencia.
Ningún ser de la evolución actual puede sentir este estado divino, sino tan solo intuirlo.
Los mismos Grandes Iniciados Solares son transmisión de la luz de las Huestes Estelares, así como los Iniciados Lunares reflejan la luz de la Hueste de la Humanidad y los Iniciados del Fuego, grandes químicos y transmutadores de los elementos, son influenciados por la Hueste de la Sombra.
Si bien ningún ser subirá al Mundo de los Devas hasta después de haber pasado todo el ciclo de vida terrestre, sin embargo, muchos grandes seres, al llegar a su umbral, perciben la influencia de este mundo espiritual en alto grado.
Algunos suben hasta un estado intermedio, hasta aquel lugar donde están escritas esas grandes palabras: “No pasarás”.
Se señalará aquí el nombre de las otras Huestes existentes, si bien no pertenecen a los Mundos de los Devas descriptos: siguen a las Huestes Estelares la Hueste de las Formas o Potestades; la Hueste del Lenguaje o Virtudes; la Hueste del Pensamiento o Dominaciones; la Hueste de la Línea o Tronos; la Hueste del Sonido o Serafines, y la Hueste de los Números o Querubines.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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