Curso XXXVI - Enseñanza 6: El Mundo Mental

Todos los seres que moran en el plano astral, reciben en distinta densidad, directa influencia del mundo mental.
Aún inconscientemente, los seres del séptimo, sexto, quinto y cuarto plano astral, pasan por el mundo mental; de lo contrario les sería imposible traer la energía para afrontar la nueva vida.
Los seres del segundo y tercer plano astral moran verdaderamente en el mundo mental. Cuando concentran su voluntad están en el mundo astral; cuando amplifican su conciencia están en el mundo mental. Para ellos el día, la vigilia, es el astral; el sueño, la noche, el mental.
Si se quisiera representar la diferencia entre el mundo astral y el mental, habría que decir que uno es la flor y el otro su perfume, que uno es la nota y el otro su sonido.
Esta separación entre el mundo astral y el mental es completamente arbitraria y únicamente se hace con fines puramente didácticos.
Los habitantes del primer plano astral están casi en continuo contacto con el mundo mental. Les basta a ellos concentrar su pensamiento para que todos los hermosos colores, las variantes formas, los sostenidos sonidos astrales desaparezcan y se encuentren en el mundo de la luz perenne.
Sin embargo, muchos de estos grandes seres sufren enormemente al pasar desde el mundo mental al astral, desde el estado de mente en sí al estado de mente definida. Si bien muchos de estos seres nunca toman físicas vestiduras, es ya un gran sacrificio para ellos tomar la vestidura astral.
En este plano las almas son rutilantes luces. Cuando trabajan se expanden, se amplifican; reflejan en sí a todas las otras. Cuando se reconcentran se hacen diminutas, porque adquieren la grandeza del espíritu. Todas sus palabras son creaciones; todos sus actos plasmación de una vida en nuestro mundo.
Entre ellas se reconocen por el brillo de sus luces y se aman espejándose la una en la otra.
No hay tiempo en este mundo, ni una cuarta dimensión que amplifique, multiplique y reduzca a voluntad del ejecutante. Únicamente existe allí la duración.
Sumergidas en un continuo éxtasis perfecto, viven estas almas un ensayo de beatitud eterna.
Se podría decir que hay aquí también siete planos distintos y que según la duración del éxtasis sostenido es la elevación del alma y el plano a que pertenece.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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