Curso XXI - Enseñanza 1: La Meditación

La época actual posee tanta fuerza colectivista que el hombre se encuentra obligado a vivir los pensamientos y las acciones de las costumbres sociales, de manera que le es muy difícil oponerse a las ideas masivas de la mayoría.
Los ejercicios de meditación tienen por objeto interrumpir el encadenamiento social de los pensamientos habituales y conducir al hombre a una nueva actividad: la que determine su voluntad, su ideal o su Superior.
Realizar el ejercicio de la meditación consiste, pues, en poner entre paréntesis un tiempo determinado de las horas del día; paréntesis que irá en aumento a medida que se vaya progresando en el ejercicio. El ideal consiste en juntar los paréntesis de un día, con los de otro; es decir, meditar o estar en disposición de hacerlo 24 horas al día.
El ejercicio de meditación interrumpe efectivamente nuestra vida y crea otra vida; es muy difícil prolongarlo por mucho tiempo. Esta interrupción al encadenamiento social de las acciones, aunque desaparece una vez terminado el ejercicio, deja un saldo indudable, cuyos efectos se aprecian varios meses más tarde.
De esta manera, lo importante del ejercicio no es la intensidad que se pueda lograr en determinadas ocasiones, sino el ajuste promedio, la regularidad y la persistencia, a fin de crear en el encadenamiento social, uno sobrenatural, encausado hacia un fin determinado.
Ejercitar la meditación también es vivir, pero con sentido y con orden; de allí que lo principal del ejercicio es que adquiera sentido y orden. Romper el orden específico del ejercicio es destruir lo fundamental del mismo.
En los quince minutos del ejercicio se vive, es una vida especial. Lo más importante es sumergirse totalmente dentro del mismo.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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