Curso II - Enseñanza 15: Las Taras Morales

El peso más grande, la carga más pesada que soporta la Humanidad son las taras morales de los individuos. Espanta ver en un niño el feroz instinto criminal que mañana lo llevará al delito y a la destrucción de sus semejantes. Hay una infinidad de hombres que nacen con uno de estos estigmas que únicamente la muerte puede extirparles: vampiros, degenerados, criminales, seres capaces, por su instinto, de inauditos males.
Aun en cerebros esclarecidos existen a veces estos pequeños centros del mal que los incitan continuamente a determinadas acciones repudiables. Rousseau, que tuvo el valor de confesar su mal interno, es testimonio de esto.
Pero una pregunta surge en la mente: ¿Qué Sacrificio cabe aquí, sea para ellos, sea para los demás hombres, si estos pobres seres no pueden corregirse, ni los otros pueden ayudarles? Si, cabe el Sacrificio. Cabe en ellos con el esfuerzo continuo que, aun fracasando, abre una puerta para un próximo o lejano devenir de redención. Y cabe en los otros seres bajo la forma de tolerancia hacia ellos.
Pero quienes más tienen que vencer esa instintiva repugnancia que estos seres inspiran y procurar tolerar los males de ellos, son los seres espirituales, pues ellos saben el porqué de todas las cosas y las leyes inexorables que las rigen.
Nunca caerá en el vacío una buena palabra ni un buen consejo porque todo fructifica a su tiempo, porque estos pobres seres, esclavos hoy, podrían ser lumbreras en la próxima vida.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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