Los artículos 56 y 57 del Reglamento establecen que los Ordenados estarán sometidos directamente al Caballero Gran Maestre y bajo las órdenes de un Superior que lo represente.
Este Superior se llamará Superior Delegado y su cargo queda suspendido en el mismo instante en que llega a la Casa el Caballero Gran Maestre y no lo reanuda durante todo el tiempo en que el mismo está presente allí.
Al asumir su cargo, el primer acto que ha de cumplir el Superior es el de entregarse, desde un principio, en los brazos de la Divina Madre para no ser más que un canal por donde fluye la Voluntad Divina que él transmitirá a los Hijos.
El Superior de Comunidad tiene a su cuidado los Hijos que le son confiados; el Superior de Comunidad de hombres todos los Hijos y el Superior de Comunidad de mujeres todas las Hijas que componen la Comunidad.
Los hijos verán en los Superiores la Imagen de la Divina Madre.
Verdaderamente el Superior no es ni hombre ni mujer, sino la Divina Madre que vive y actúa por ese medio entre los Hijos y como tal estos deben respetarlos y amarlos.
Se le asigna el nombre de Asistente al Hijo que desempeña un cargo determinado sin representar directamente al Caballero Gran Maestre.
Los Superiores, Directores, Vice-Directores, etc., son llamados también Asistentes cuando dependen de un Superior inmediato que representa directamente al Caballero Gran Maestre.
El Superior ha de dirigir espiritualmente a los Hijos que le han sido confiados, pero ha de tener al mismo tiempo cualidades prácticas para proporcionar el bienestar a su Comunidad.
El Director de Seminario es una imagen viva de la Observancia y de los deberes de la vida de Comunidad.
Guíe a las jóvenes almas que ingresen al Seminario con amor, comprensión, sentido común y mano firme ya que según cómo se inicia el Hijo en la vida de Comunidad será el resultado del logro de su perfección espiritual de Renuncia.
La elección de las vocaciones de los Hijos para la vida de Comunidad es una de las tareas más difíciles que incumbe a los Superiores de Cafh. Es como si la Divina Madre envolviera estos destinos en el misterio más profundo, para que pueda afirmarse que Ella sola conoce el secreto del alma y su destino de desenvolvimiento espiritual.
El Superior es aquél que custodia la Comunidad y que hace cumplir el Reglamento y la Interpretación.
Por eso una gran responsabilidad recae sobre él y ha de tener criterio y verdadera autoridad para disponer en determinados casos.
Los Superiores son Guardianes de la Observancia.
Los Superiores han de enseñar a los Hijos esta verdad: que la Observancia es la esencia exterior del Voto de Renuncia, es el signo indeleble de la elección de una misión sobrenatural.