Se van a transcribir aquí Enseñanzas Simbólicas que una antigua Escuela Esotérica dejó para sus adeptos y que han sido traducidas de un antiguo idioma por algunos amantes de la Sabiduría.
El día 28 de la Luna de Febrero, en la vuelta de los Peces, estando en el Templo del Sol, el Gran Sacerdote se asentó sobre la piedra de EHS, miró la inmensidad de las aguas desde donde avanzaba la barca, el barquero y la tinaja de Aquarius, rompió después el cordón plateado de siete nudos a la altura del sexto nudo y se levantó con el Fuego en la mano derecha para abrir con un golpe de sus fuertes hombros la puerta llamada del Fuerte Libertador.
La Tierra está todavía bajo el signo zodiacal de los Peces y la Humanidad experimenta continuamente su influjo; aún viven los hombres en una era de pares opuestos, de altos y bajos, de colectividades o personalidades absolutas y, si bien se vislumbra la nueva raza de Aquarius, que empezará por los años 1972-1977, todavía ella no se ha afirmado sobre la Tierra.
“Levántate, oh Conquistador de la Llama, para emprender tu camino; la Divina Madre te espera”.
“Sal del hoyo de muerte y desesperación y corta con firme mano el duro cordón de tu ombligo que te ata a la podrida placenta de tu torpeza y bestialidad”.
El Abismo es la imagen del descenso del alma a los mundos inferiores, humanos e intermedios y su vuelta a los mundos superiores, para lograr el conocimiento, ya que el conocimiento es la llave de la libertad.
En la Gruta de los Juicios está guardado el Libro de Todos los Tiempos, que nunca ha podido leer mortal alguno.
Es un libro que ni el agua daña, ni el fuego quema, ni ha podido el tiempo borrar sus caracteres.
El momento decisivo en el Sendero Espiritual corresponde a los Dos Caminos.
La primera parte del mismo se refiere a la vida purgativa y corresponde a la vida mundana y terrestre.
La noche se acerca rápidamente.
“¡Camina, camina Peregrino!”
El cielo se ha cubierto de nubes; truenos y relámpagos anuncian la inminente tempestad. Todos los árboles del bosque, sacudidos por el vendaval, repiten la sardónica risa de la Tirana Babel.
El camino iniciático es para los fuertes, los valerosos, los dominadores y los intrépidos.
La soledad y el silencio no son el fin de la Gran Obra, sino una preparación para ir hacia arriba.
Uno es el Templo.
La Madre Divina también es Una y es Dos: EHS y Aeia.
También es Tres: el Viandante, el Peregrino e IHS; pero, en el día de la Gran Alquimia, serán Uno.