Difícil es dar indicaciones sobre la postura sentada mística. Por lo general, la misma es iniciada con una postura mental, pero no es necesario que ello sea así. La postura sentada mística, contrariamente a las anteriores, no se adopta mediante un esfuerzo consciente de la voluntad individual, sino es la consecuencia de una profunda introspección, que hace olvidar la presencia del cuerpo y conduce a una completa insensibilidad física.
Se detallarán aquí las principales posturas que se emplean para la meditación y la concentración.
Para la meditación se emplea la “postura sentada mental” ya descripta, pero con los brazos pendiendo libremente de los hombros a cada lado del cuerpo.
También en las posturas acostadas puede distinguirse la postura vegetativa de la mental y de la mística.
La postura vegetativa se emplea generalmente para dormir o descansar físicamente. Debe emplearse para ello una cama no muy blanda, con una almohada que más bien tenga poco espesor.
Las posturas que se encuentran en ésta y en las siguientes enseñanzas, se detallan de acuerdo con la traducción del sánscrito y pertenecen al Yoga. Según el Goroskasatakam existen nada menos que 840.
Postura 11. Acostado de espalda en el suelo, con la cara mirando hacia arriba. Doblar ligeramente las rodillas en un ángulo aproximado de 150 grados. Juntar los talones y mantener las plantas y los dedos de los pies en ángulo recto hacia afuera.
Postura 21. Elevarse en punta del pie derecho y flexionar las rodillas, juntando la pierna al muslo con los muslos paralelos hacia adelante. Presionar la parte interna del tobillo derecho contra la nalga interna y colocar delante del mismo, en íntimo contacto y parcialmente delante del pie derecho, el tobillo izquierdo.