La vibración es la expresión de la mente cósmica y el poder es el lazo que la une a la vida física.
Nadie podría explicar jamás el secreto de los colores, cómo se forman y su porqué.
El color predominante del aura de ciertos pueblos o agrupaciones se ha impreso, a veces, tan fuertemente en el subconsciente del ambiente en donde actuaba, que determinó en el aura de éste colores o formas de color, completamente características y tradicionales.
Toda nota musical va acompañada de su correspondiente color. El clarividente ve tras del sonido una onda de color.
Los ciegos, que tienen altamente desarrollado el sentido auditivo, dicen y describen los colores por el sonido de las siete notas musicales.
El evangelio iniciático de Juan el Evangelista comienza su mística narración con estas palabras: “Y el verbo se hizo carne…”. No hay imagen mejor para el hombre, que pueda expresar el veloz movimiento de la energía creadora, salida de la mente matriz para juntar la materia y vivificarla, que la voz del hombre.
No sólo durante el día las vibraciones energéticas llenan el aura de colores, sino también durante el sueño continúa el mismo proceso. Como durante el sueño el ser adquiere mayor sensibilidad psíquica, le es más fácil ver estos colores, que se le presentan en forma de sueños.
El aura física se puede ver a simple vista si se observa una persona detenidamente sobre un fondo obscuro y, especialmente, en la hora del anochecer, en forma de una pequeña luminosidad incolora que la rodea.