En Cafh, el primer voto marca el nacimiento a una nueva vida.
Él implica la necesidad de rever los viejos conceptos que estructuraban el modo de sentir, pensar y actuar.
El ser que, con la ayuda de los Santos Maestros ha aborrecido su vida anterior y se ha hundido en el abismo de la desolación, tiene ante sí el Camino que lleva hasta la cima del Monte.
Acostumbrado a proyectarse hacia el exterior, como reminiscencia de aquellas luchas que en el comienzo de la raza llevó a cabo contra las fuerzas hostiles de la naturaleza, el hombre actual también busca consuelo fuera de él, busca el consuelo humano.
El Hombre viejo vive a medias aún en el caso que, como ser humano solamente, desarrollara totalmente sus posibilidades.
El ser humano vive; el Hombre Viejo vive a medias. ¿Puede considerarse vida integral si vive disociado de la Fuente Divina?
Debe recordarse que la Meditación Afectiva como ejercicio busca hacer que los sentimientos comunes se transmuten interiormente en bienes del alma haciéndolos aptos para lograr una cada vez mayor identificación con la Imagen que se ha creado en la práctica del ejercicio de la Meditación Discursiva.
La Fe es el reconocimiento íntimo por el ser humano de la identidad de su esencia con la Divina Madre. Que la Fe actúe sobre el hombre con mayor o menor beneficio depende de la espesura de los velos con que se ha rodeado.
Dentro del tipo de meditaciones activas se encuentra la modalidad llamada estimulante.
Tal como su calificación lo indica, al realizar el ejercicio de la meditación con la práctica de esta modalidad, el Hijo busca estimularse con el ejemplo y compenetración en un cuadro imaginativo de fuerza emotiva.
A través de las enseñanzas de este Curso los Hijos han ido tomando conocimiento de distintas modalidades del ejercicio de la meditación afectiva.
Todas ellas forman un verdadero arsenal de donde el Hijo puede extraer el arma adecuada al tipo de batalla que deba librar contra la Dama Negra, según sean sus estados anímicos.
Se debe recordar que el fin del ejercicio de la meditación afectiva del tipo estimulante es el de provocar en el alma una verdadera conmoción similar al sacudón de cabeza que el hombre amodorrado se da a sí mismo, para despejarse rápidamente.
Se debe tener bien presente la diferencia entre placer y gozo espiritual.
El placer es cosa de la carne y por lo tanto fugaz y perecedero como ella. Muchos hombres creen que el placer es un premio de Dios y que el dolor es Su castigo, sin darse cuenta que ambos no son más que consecuencias de la satisfacción o privación de un apetito sensual propio de su naturaleza humana.