Posición lateral (bien ancha). Brazos en alto, naturales o firmes. Rotar y doblar con impulso el tronco hacia la derecha-abajo, de manera que las manos puedan sostenerse del tobillo derecho.
Posición natural. La mano izquierda puede apoyarse en la pared, o dejar los brazos colgando libremente. Acercar violentamente la rodilla hacia el pecho, lanzando también hacia adelante-arriba la correspondiente pierna e impulsar luego hacia atrás la pierna extendida, con envión simultaneo del brazo derecho hacia adelante.
Posición lateral. Brazos en alto. Doblar el tronco hacia adelante y luego doblar la parte superior del tronco hacia arriba hasta la horizontal, llevando los brazos al costado e inspirando al mismo tiempo.
Posición de paso. Correr el apoyo del cuerpo sobre la pierna delantera. Brazos en alto; inclinar el tronco hacia adelante elevando al mismo tiempo la pierna trasera de tal manera que, en lo posible, los brazos, el cuerpo y la pierna elevada, estén en una sola línea horizontal.
Posición natural. Colocarse en extrema punta de pies. Flexionar las rodillas dirigidas hacia adelante y bajar el tronco. Adelantar ahora las caderas, de manera que las rodillas se aproximan al suelo y enderezar las piernas, mientras se sigue adelantando las caderas.
Con los ejercicios dados en la enseñanza anterior finaliza la parte de la Gimnasia de Cafh que en su conjunto es suficiente para mantener al gimnasta que no la abandona con la agilidad,fuerza y elasticidad necesaria para hacer frente con relativa facilidad a las exigencias de la vida diaria y, al flexibilizar los tendones menos usados en los movimientos ejecutados habitualmente, ayuda al desplazamiento del prana de un centro a otro.
Los antiguos maestros desarrollaron en alto grado la ciencia de las posturas. Lamentablemente, sólo un conocimiento fragmentario de esta sabiduría llega hasta nuestro tiempo a través del pueblo indo, sin que se alcance a comprender su verdadero significado, porque se cae fácilmente en el error de analizar todo separadamente, sin buscar las relaciones con la Unidad.
La noble posición erguida, que el hombre ha tardado milenios en adquirir y que es el símbolo de su estado de evolución, se ve actualmente desvirtuada por hábitos que van adquiriendo los hombres de adoptar posturas encorvadas y asimétricas, fiel reflejo de su prevaleciente estado de ánimo deprimido, estrecho e inarmónico.
De la correcta colocación de la columna vertebral depende en el mayor grado la perfección de las posturas. Gran número de las posturas antiguas se han ideado de tal manera que durante su ejecución fuerzan a la columna a su posición correcta.
En las posturas naturales del hombre, la columna vertebral debería formar una línea de muy ligeras ondulaciones y, sin embargo, es habitual encontrar en la mayor parte de los hombres, una más o menos pronunciada convexidad de la espalda en la parte alta de la columna vertebral (cifosis).