La creencia de los negros africanos de las selvas consiste en un fetichismo primitivo, culto tradicional degenerado de los antiguos pueblos Atlantes.
Los cafres creen en una vida después de la muerte y veneran constantemente a sus antepasados, a quienes llamaban Insicholaga, o Barinos.
Por una estrecha franja de tierra que había escapado a los muchos sismos vinieron restos de tribus atlantes emigrando hacia el centro del continente americano.
Este se extendía virgen y espléndido en su estado salvaje hasta el sudoeste, donde la cordillera de los Andes asomaba sus crestas inmaculadas, surgiendo como nueva Venus de la espuma del mar.
Muy parecidos en religión y costumbres a los incas y también descendientes de los Atlantes, son los aztecas, miltecas y toltecas.
Al revés de los pieles rojas de las Montañas Rocosas, que habían conservado en alto grado las costumbres de una religión completamente espiritual con hábitos patriarcales y venerables, estos indios de Centro América eran materialistas, feroces y sanguinarios.
Los pueblos de la raza Atlante habían recibido de los Grandes Instructores de esa raza las verdades de sus religiones. Estas verdades, fortalecidas por el poder psíquico de percepción propio de esta raza, eran de carácter completamente intuitivo.
Después de la lucha de los mil quinientos años, los Arios que emigraron al Asia Central dejaron a sus descendientes la Revelación y Tradición de una magnífica Religión que fue transmitida a través de los Vedas milenarios.
Sobre los Vedas asentaron los Arios todas sus religiones, sus filosofías, leyes, letras y artes.
Los Upanishads, los Sutras, que constituyen la moral y la filosofía del Hinduismo, no son más que amplios comentarios de los textos primitivos basados en su religión.
El antiguo Egipto se extendía más allá del costado Nord-Oeste de África a una isla completamente sumergida actualmente. Las primeras cinco dinastías cuya memoria se pierde en el tiempo, pertenecían íntegramente a la raza Atlante.
El recuerdo de la Divina Religión Atlante, fomentó entre los Egipcios el culto a los dioses solares: Ra (el sol), Atonu (el dios solar), Shour, Anuri, Amon (dioses de los días).
Se ha explicado en las lecciones anteriores que dos grandes religiones fundamentales se habían encauzado en los comienzos de la Raza Aria. Los Vedas fundaron una religión humana que se transforma luego en Humana-Divina.
Como dos inmensos ríos que se encuentran y se juntan entre sí, la antigua religión divina de los Atlantes y la nueva religión de los Vedas se juntaron y florecieron en la naciente raza Aria.