Se habla, se piensa, se siente, siempre en términos dualísticos y la vida es una unidad. No hay que entender esa unidad como una sola cosa, sino como un todo orgánico indivisible y simple en sí, compuesto como atributo.
Se habla, se piensa, se siente, siempre en términos dualísticos y la vida es una unidad. No hay que entender esa unidad como una sola cosa, sino como un todo orgánico indivisible y simple en sí, compuesto como atributo.
La diferencia fundamental entre la postura sentada vegetativa y la mental se halla nuevamente en una reducción del punto de apoyo. En efecto, en esta postura se juntan los talones con lo que asimismo las rodillas se aproximan pudiendo también éstas juntarse.
El conocimiento simple es un estado de unidad y similitud entre sujeto y objeto. Esta unidad es imposible de lograr a través de un estado activo de la mente, que siempre es dualista.
Difícil es dar indicaciones sobre la postura sentada mística. Por lo general, la misma es iniciada con una postura mental, pero no es necesario que ello sea así. La postura sentada mística, contrariamente a las anteriores, no se adopta mediante un esfuerzo consciente de la voluntad individual, sino es la consecuencia de una profunda introspección, que hace olvidar la presencia del cuerpo y conduce a una completa insensibilidad física.
Algunas almas se quejan a veces que no pueden meditar porque les resulta pesado el ejercicio, se aburren y piden a sus Superiores que les hagan más liviana la rutina de su disciplina espiritual.
Se detallarán aquí las principales posturas que se emplean para la meditación y la concentración.
Para la meditación se emplea la “postura sentada mental” ya descripta, pero con los brazos pendiendo libremente de los hombros a cada lado del cuerpo.
La oración no puede ser plena y total si todo el ser no está puesto en ella. Al decir todo el ser no se significa la vehemencia del vuelo sensible, sino el ser en su totalidad.
También en las posturas acostadas puede distinguirse la postura vegetativa de la mental y de la mística.
La postura vegetativa se emplea generalmente para dormir o descansar físicamente. Debe emplearse para ello una cama no muy blanda, con una almohada que más bien tenga poco espesor.
Para que la oración sea plena el hombre tiene que transformarse en un testimonio de fe, debe discernir continuamente en la enseñanza las verdades evidenciadas y las verdades posibles. El alma está siempre en un estado de perfecta oración cuando tiene la verdad divina centrada en sí.