Curso XLII - Enseñanza 2: La Magia Gris
La magia gris es la que quiere lograr el dominio sobre la naturaleza y en particular sobre las plantas.
Las plantas encierran grandes y aún desconocidas propiedades.
Fueron los Iniciados etruscos que llegaron a un gran adelanto en el descubrimiento de las propiedades de las plantas. Con el tiempo, estos secretos psicoquímicos pasaron a sus discípulos, los cuales instituyeron toda una ciencia de la cual derivaron las escuelas de medicina romana y de alquimia medieval.
Estos Iniciados adoptaron como vestimenta un hábito gris, tal vez porque las nubes grises ocultan los secretos del sol y del cielo y ellos ocultaban los secretos de la naturaleza.
Los hombres, pacientemente, han ido descubriendo por sí solos los secretos de la naturaleza tan celosamente escondidos. Un botánico o un químico moderno son en realidad unos hábiles magos grises.
La planta es como un gran depósito. Recibe las emanaciones de los planos sutiles y de los densos. No sólo su contacto con los rayos solares produce la clorofila, sino también otro elemento, sin color, que podría llamarse “eterófila”, que es la transformación del éter cósmico.
La naturaleza tiene la propiedad de absorber los rayos solares, clorofila, y los rayos cósmicos, eterófila, con una gama receptora de vibración distinta de la que posee el hombre. Es una onda magnética sutilísima, ultraetérica, que corresponde a los átomos X2 la cual, en contacto con otra vibración más densa, rayos subinfrarrojos, vitaliza especialmente a los vegetales.
Estas ondas, unidas entre sí, producen en la naturaleza la esencia de la subsistencia o conservación de la vida. Son moléculas vivas o elementos de conservación varios llamados ahora vitaminas.
Como contraposición, estas ondas, puestas en desarmonía entre sí, producen una superirritabilidad, elementos tóxicos, que llevan a la destrucción de la vida.
Todas las medicinas y los venenos son extraídos de las linfas de las plantas y la magia gris consiste en saberlas extraer debidamente.
La magia gris se efectúa por la transmutación de los elementos químicos integrales conservando en lo posible el elemento extraído en su estado fundamental.
Los cuatro elementos que efectúan estas transformaciones son, como siempre, los siguientes:
1° Aire: corresponde a la sutilización.
2° Agua: corresponde a la putrefacción.
3° Fuego: corresponde al enfriamiento.
4° Tierra: corresponde al endurecimiento.
La naturaleza tiene una vibración completamente distinta a la del hombre, del hombre en su aspecto racional; por eso es que al contacto con éste se retraiga constantemente.
Las plantas tienen cuatro vibraciones:
1° La más sutil, la etérea, que podría decirse corresponde al aire.
2° La húmeda, la que corresponde al agua.
3° La calórica, o la del fuego, la que corresponde al calor.
4° La fría, que corresponde a la tierra.
Como el hombre no posee estas vibraciones espontáneamente sino a través de la reacción cerebral, al solo contacto con el hombre las plantas se cierran a todo contacto exterior.
Por ejemplo: una verdura pierde magnetismo al solo contacto con la mano del hombre. Pierde aún más al ser cortada y así sucesivamente al ser transportada, lavada, cocida, aderezada y servida. Cuando llega a la boca del hombre prácticamente ha perdido toda substancia sutil.
Los magos grises conocían estos secretos de la naturaleza, por eso se identificaban con ella a través de una vida completamente natural y sencilla para lograr su dominio.