Curso XLI - Enseñanza 11: El Logro del Poder

Quien tenga un pecho resplandeciente, quien haya desarrollado el plexo solar, correspondiente a la Rueda Solar bien puede decir que con él va la fuerza y el poder.
Este centro terrible proporciona al discípulo que haya logrado desarrollarlo, el valor de conservar lo que tiene o destruir.
Dijo Cristo: “Yo puedo destruir el Templo y reedificarlo en tres días”.
Una fuerza extraordinaria sale de este plexo cuando está en actividad dando al ser un vigor irresistible, una atracción inmensa, un resplandor y un magnetismo muy fuertes, que revelan en todos sus actos.
Pero si este centro de fuego es mal centralizado arrasa con todo lo que está a su alrededor, destruye y crea la destrucción, la muerte y la ruina.
En ambos casos actúa el ser como un potente imán que atrae las cosas y los seres y éstos quedan sometidos a su voluntad.
El poder magnético y las virtudes curativas de ciertos seres emanan de este centro. Cuando Cristo realizaba sus prodigios y sus maravillosas curaciones, lo hacia por medio de la Rueda Solar. Mesmer, al descubrir el poder curativo de imán, no se daba cuenta que el verdadero imán que daba salud a los enfermos, era el plexo solar de él mismo.
Todos los estados de hipnosis y de sugestión se logran por este medio, utilizando los ojos, que constituyen la parte exterior de esta fuerza. Así, los malvados que con poder psíquico dañan a sus semejantes lo hacen del mismo modo; los antiguos llamaban a esta operación negativa de la Rueda Solar: “mal de ojo”, “daño”, “magia negra”, etc.
Con este centro bien desarrollado, los profetas atraen los discípulos en pos de sí y los dirigentes de pueblos arrastran a las multitudes. Es como la llamarada de fuego que saliendo de un hombre, quema todo lo que le rodea.
Este poder crea o destruye.
A los seres bien intencionados les da materia para lograr sus sanos propósitos y sus triunfos; a los malos, les proporciona medios para realizar venganzas, para hacer efectivas sus maldiciones y hacer, en fin, que se destruyan a sí mismos en un arrebato de cólera. Esta cólera es la parte cenicienta e inferior de este centro.
Para desarrollar el plexo solar son necesarios diversos ejercicios; algunos de estos se realizan con la cabeza descubierta al sol.
El sol es, también, benéfico o dañino.
Es benéfico si la mente superior está despierta y atenta; es dañino si el ser se adormece y deja que se active por sí solo el pequeño cerebro, o plexo solar.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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