Curso XXXIX - Enseñanza 11: La Luna

La Luna fue el planeta que desarrolló durante su Ronda la forma etérea y astral de las mónadas humanas y, terminado su ciclo de evolución, pasó su herencia de experiencia adquirida a la Tierra, su hija. La Tierra fue un planeta no salido de la masa madre sino formado con una parte del cuerpo físico de la Luna y de otros asteroides y detritus planetarios.
La Luna, terminada su Ronda, está en un estado potencial de descomposición y su vida física la absorbe del magnetismo de la Tierra, periódicamente, según las fases lunares y es por ello que ella marca su influencia sobre la Tierra, especialmente en las mareas y los movimientos eólicos.
Determina como consecuencia de causa y efecto la gestación física de las plantas, de los animales y de los hombres y su influencia psíquica se refleja especialmente en los cuerpos astrales, pues en la Ronda Lunar se formó el gran lazo de conexión entre el cuerpo mental y el físico.
Durante las Rondas de los demás planetas, las Huestes y los grandes seres que las animaban jamás llegaron a materializarse completamente y fueron incapaces de dar cuerpo físico a la Divina Encarnación, pero los globos lunares en su cuarto globo cuajaron un cuerpo nuevo, un cuerpo astral, una gran sombra que había de servir de perfecto vehículo entre la mente y la materia.
Cuando la cadena lunar hubo terminado su séptima Ronda, ya había pasado todos sus valores a los globos terrestres como la madre deja su herencia a su hija.
Antes que la Tierra haya terminado su sexta Ronda, el cadáver lunar estará completamente desvitalizado e irá deshaciéndose paulatinamente hasta desintegrarse al final de la séptima Ronda Terrestre.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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