Curso XXXVIII - Enseñanza 1: Radiación Áurica
El aura astral es el reflejo del ser, espiritual, mental y material, proyectado en el mundo astral.
El aura se refleja en el séptimo plano del mundo astral en correlación con los anales akásicos que se reflejan en el séptimo plano del mundo mental.
El movimiento del Universo genera la vibración creadora y toda vibración creadora tiene un resultado real en el mundo de las formas.
Este resultado es, en el mundo astral, radiación y cambiante color.
Cuando el hombre buscador de los valores psíquicos, empieza a ver una azulada neblina alrededor de los objetos, está viendo el aura astral de las cosas.
Es muy distinta el aura de un objeto o la de una cosa, a la de un ser irracional; y es muy diferente el aura de un ser irracional, a aquélla de un ser humano.
El objeto, la cosa, el mineral, el vegetal no tienen mente propia, sino una mente instintiva que pertenece al espíritu grupal de ellos; por eso su radiación no pasará de ser entre blanquecina y azulada y de muy corta extensión.
El animal tiene ya un aura determinada, de múltiples colores, porque posee una mente instintiva particular.
El aura del hombre, que posee espíritu, mente y materia, es perfecta y únicamente se distingue de la de los ángeles y grandes seres por la extensión.
El aura de Cristo abarcaba todo el mundo.
Desde la antigüedad se rodea a las imágenes de la Virgen María, con una luminosidad azulada. No sólo los cristianos nimbaron de luz a sus santos y los adornaron con la aureola, sino también todas las demás religiones.
La imagen de Buda está siempre rodeada de rayos luminosos y Kali, la diosa de la Humanidad, está ubicada en el centro de un cielo rojo.
El aura se extiende según la potencia magnética, mental y espiritual desde un diámetro de siete centímetros, hasta alcanzar una de setecientos setenta y siete kilómetros y más; y según la potencia energética y vibratoria del ser, son sus múltiples y cambiantes colores. De acuerdo con su valor material es su disposición radial, desde la forma similar a la imagen representada, hasta el óvalo perfecto.
Es comprensible que el aura personal de cada cosa o ser tienda a formar agrupaciones; ésta no es una ley astral, sino una ley Universal; entonces cada familia, cada agrupación, cada ciudad, cada nación y cada continente tiene su aura característica.
El aura astral es la cédula de identidad de los seres y de las cosas.
Un médico americano ha llegado a constatar que cada ser tiene una distinta y característica radiación mental, la cual al ser captada y registrada, graba la identidad del individuo.
La correcta visión del aura astral es deseable porque ayuda al desenvolvimiento espiritual.