Curso XXXV - Enseñanza 5: Los Mundos Inferiores

El Abismo es la imagen del descenso del alma a los mundos inferiores, humanos e intermedios y su vuelta a los mundos superiores, para lograr el conocimiento, ya que el conocimiento es la llave de la libertad.
Cristo, después de su muerte, está depositado por tres días en el sepulcro, símbolo también de estos tres mundos. Baja a los infiernos, liberta a los moradores del limbo y remonta al cielo.
Dante, en su Divina Comedia, para lograr la Suprema Sabiduría, ha de andar por el infierno, cruzar el purgatorio y subir al cielo.
El adepto espiritual tiene que rodear también el Abismo de las pasiones, emprender el viaje a la Cumbre del Monte y conquistar el premio de la Divina Madre.
La mente, tesoro maravilloso para la manifestación de la Vida Divina, es obstáculo para la Divinidad en Sí.
Entonces, el Conquistador de la Llama es aquél que domina por completo la Substancia mental, único medio para alcanzar la Iniciación. El discípulo vislumbra en momentos de alta aspiración y éxtasis los espacios grandiosos de la libertad espiritual; pero como no es dueño de sí mismo, tiene que volver a sumergirse en la vida para conocerla mejor y dominarla.
Tiene que vencer la bestialidad y los instintos y emprender lentamente la marcha hacia la Liberación.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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