Curso XXXII - Enseñanza 4: Las Diez Palabras de la Creación
“AHORA ESTÁ EN EL TRABAJO UNIVERSAL; VUELVE A LA MANIFESTACIÓN”
En la manifestación Universal las separaciones se hacen visibles y tangibles. Omnipotencia, Omnipresencia y Omnisciencia parecen separarse y formar estados independientes para la orden del Trabajo Cósmico.
“VIDA DE TODAS LAS VIDAS”
Una partícula Divina anida en toda partícula substancial. En donde hay Espíritu, hay alma y materia.
“SER DE TODOS LOS SERES”
Todo hombre es Dios en miniatura. Si desapareciera la Humanidad y quedara un solo hombre, éste la representaría toda. El Ser está reflejado en los seres como el Sol en todas las gotas de agua.
“FUERZA DE TODAS LAS FUERZAS”
Todos los individuos emplean, en sus esfuerzos para alcanzar la perfección de las especies, un elemento energético distinto en su apariencia pero igual en su fundamento. La energía que hace levantar un brazo es la misma Energía que hace mover los sistemas planetarios.
“REFLEJO DE TODAS LAS COSAS”
Como es arriba es abajo. Como es abajo es arriba. El átomo copia, trazando el círculo de su campo magnético, el círculo que trazó el Espíritu sobre el espacio virgen, limitándolo y haciéndolo apto para reflejar otro círculo semejante; y así sucesivamente, hasta lo infinitesimal.
“ÉL ES EL CENTRO”
Él es el centro del Espíritu porque es aquella parte divina y potencial más cercana a lo Inmanifestado.
“ÉL ES LA DERECHA”
Esta sentencia explica que el Espíritu toma parte directa y creadora en la formación cósmica, con una actividad masculina siempre palpitante.
“ÉL ES LA IZQUIERDA”
La actividad masculina siempre palpitante del Espíritu se transforma en la izquierda, en proporción a su alejamiento de su punto céntrico y creador, actuando como Espíritu potencial y esencialmente femenino.
“ÉL ESTÁ POR ARRIBA”
Él es el Dios Personal Bondadoso y Luminoso de todas las teologías místicas. Él es el Bien, es la Luz, es la Acción.
“ÉL ESTÁ POR ABAJO”
Él es, al mismo tiempo, el demonio, el Satán, la Dama Negra. Es la reacción, la sombra, el mal. Van tan estrechamente unidos estos dos aspectos, divino y demoníaco y son tan necesarios para el mantenimiento de la Creación Universal, como lo es la destrucción para la reconstrucción, la muerte para la vida.