Curso XIX - Enseñanza 4: Ejercicios para Enderezar la Columna Vertebral

En las posturas naturales del hombre, la columna vertebral debería formar una línea de muy ligeras ondulaciones y, sin embargo, es habitual encontrar en la mayor parte de los hombres, una más o menos pronunciada convexidad de la espalda en la parte alta de la columna vertebral (cifosis). Al advertirlo la persona afectada por este hábito de postura, trata de enderezarse, lo que no logra en esa región porque los tejidos se han inflexibilizado y cae entonces en un nuevo vicio de postura, al curvar la parte baja de la columna vertebral hacia adentro, produciendo una concavidad a la altura de las caderas (lordosis).
Los ejercicios que se describen a continuación permiten enderezar la parte alta de la columna vertebral sin que se doble hacia adentro la parte que se encuentra a la altura de las caderas.
1°. Arrodillarse en el suelo y apoyar las manos adelante en el suelo (Posición de gateo). Correr ahora el apoyo de las manos un poco más hacia adelante. Flexionar los brazos manteniendo los antebrazos verticales, de manera que los hombros estén a un nivel más bajo que los codos. Ahora enderezar un poco los brazos empujando al mismo tiempo el tronco hacia atrás, manteniéndolo bien bajo e inspirar. Luego empujar el tronco hacia adelante, por debajo de la altura de los codos, espirando. Repetir varias veces en un movimiento continuo de péndulo.
2°. Igual posición que en el ejercicio anterior. Brazos derechos y muslos, ambos verticales (Posición de gateo). Redondear la espalda hacia arriba y acercar las nalgas a los talones. Luego separar las rodillas y bajar bien el tronco con flexión de los brazos. En esa posición empujar el tronco hacia adelante con el pecho lo más cerca posible del suelo. Incorporarse lentamente cerrando las rodillas para volver a la posición de gateo.
3°. Arrodillado en el suelo, con los brazos extendidos en alto, inclinar el tronco hacia adelante hasta que las manos se apoyen en el suelo. Los muslos deben formar una línea con los brazos extendidos, cuyas manos se hallan apoyadas en el suelo. Con una cierta insistencia elástica y repetida debe tratarse ahora de acercar todo lo posible el pecho al suelo. Espirar mientras tanto.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

Relacionado