Curso XVI - Enseñanza 6: El Libro Inmortal

La vida espiritual es comparable a un viaje, a un gran viaje que ha de terminar en la Ciudad Santa de Dios. Por eso es indispensable que el discípulo siga adelante y aprenda cómo hacerlo paciente y constantemente, sin darse vuelta jamás, sin desviarse del sendero y siguiendo siempre la ruta trazada.
El Maestro ha de ser su Divino Compañero. Si el alma es perseverante lo sentirá a su lado y oirá su divina voz que la reconforta continuamente.
El discípulo en su inquieta búsqueda pregunta al Maestro:
“En mi afán de mejoramiento busco intensamente en libros, revistas, conferencias y clases de sabios, todo lo que pueda ser de utilidad para mi vida espiritual. Pero todo ello no sirve nada más que para confundir y trabar mi mente”.
“Dime, Maestro ¿dónde estarán los libros que guarden los secretos del adelanto y del desenvolvimiento del ser? ¿Qué libro podría yo leer, y dónde encontrarlo, para poder adquirir más conocimiento y caminar más rápida y expeditivamente?”
“Busco y no encuentro. Las lecturas diversas, en lugar de dejarme satisfecho me dejan árido y cansado y no encuentro la voz autorizada que pueda decirme: “ésto es así; ésto es lo que tú necesitas”. Dime, oh Maestro Divino, cuáles son las lecturas que yo he de hacer y a qué ciencia he de dedicarme para encontrarte más. Porque a todo lo que aspiro es poder estar más cerca de Ti y ofrendarte un corazón puro y una mente limpia”.
El Maestro, dulcemente, contesta al apasionado discípulo:
“Lee libros saludables y escucha palabras de vida eterna”.
“Lee sobre las diferentes religiones y las diversas filosofías, pero no te hagas a ninguna de ellas; tú has de tener tu realización y filosofía propias, que son aquellas que has elegido desde un principio como fundamento de la vida espiritual; porque todo lo que lees y aprendes fuera del Principio que te fue dictado por Mí, es un corolario y no el centro de la vida espiritual”.
“Lee sobre vidas de grandes hombres y héroes, pero a nadie quieras imitar, porque a Mí sólo has elegido como único modelo, pues tú has de ser un modelo nuevo, un hombre absolutamente distinto, con características propias y exclusivas que brotan de la fuente de la verdadera vocación que es la espontaneidad”.
“Tengo preparado para tí en el Templo de la Divina Madre un libro escrito con letras de oro, para tí que eres fiel devoto y me escuchas”.
“¡Ansía ese único, ese sólo Libro, alma mía!”
El discípulo, aquietado, inclina la cabeza bajo la dulcísima paz que se ha desprendido de la excelsa y viva bendición de su Maestro.
El alma humana pasa rápidamente de una emoción a otra y, a través de este velo, nunca puede darse cuenta de la realidad. La imaginación fácilmente se asimila a lo que lee e interpone el velo de la falsa realidad; siempre el buen lector ha de ser como guardián que desde el faro va enfocando la luz atentamente sobre las aguas, para distinguir las embarcaciones de entre las sombras que las ocultan.
Así nace, día a día, un nuevo desapego en el alma del discípulo; aquél que le aleja más y más de los libros y conceptos temporales que también son variabilidad fascinante, acercándolo al Libro Eterno, el de toda la experiencia de la Divina Madre, en su Patria definitiva, única, celestial.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

Relacionado