Curso XIV - Enseñanza 16: Síntesis de las Gradas Místicas

Todas las normas que se han ido trazando para lograr la Unión Divina tienen sus excepciones.
Hay almas que no conocieron jamás la Meditación y otras que, ignorando los ejercicios de la Concentración, han llegado, sin embargo, a una perfecta Unión con Dios. Querer imponer estas normas a todos indistintamente es no saber que cada alma es un mundo aparte, que cada alma necesita sus propias reglas y un especial desenvolvimiento para llegar a la meta.
Cuando se quiere imponer determinadas reglas, éstas resultan buenas para algunas almas pero contraproducentes para otras. Es necesario mucha ductilidad, mucho discernimiento y mucha discreción, para encontrar la antorcha que ha de prender en el alma el fuego de la vida mística.
Sin embargo, la mayoría de las veces el discípulo necesita practicar todos los ejercicios para predisponerse a la Unión Divina.
El interés, la atención, en una palabra, la Meditación Discursiva, habilita el pensamiento para una determinada imagen; pero la oscilación mental que ella produce desaparece enseguida que cesa el discurso.
Suple esta ausencia la Meditación afectiva que, al amar a la imagen provocada, vuelve una y otra vez a fijarse sobre la misma. Se forman en ella muchas pequeñas oscilaciones mentales, pero con los vórtices que emite habitualmente el pensamiento, no hay capacidad para la Realización.
La onda mental ha de hacerse cada vez más intensa y sostenida, hasta repercutir en todo el ámbito universal.
Por eso se pasa de la Meditación afectiva a la Concentración sobre la imagen ideada. La Concentración hace que la mente se mantenga fija sobre dicha imagen y carga la onda mental con la substancia cósmica que la habitúa a sostenerse. Aún así, terminada la Concentración, desaparecen los efectos de la misma; mas al volver una y otra vez a concentrarse, el vórtice mental se torna tan amplio y sostenido que contempla a la imagen forjada en todas sus partes, en todas sus formas, en todas sus medidas y la imagen conocida es arrebatada por el vórtice.
En una palabra: el objeto se transforma en sujeto.
Es entonces cuando la mente ya no puede apartarse de lo que ha conquistado, porque está allí, siempre presente y siempre vivo, en un estado permanente de Unión.
Sin embargo, también para aquellos que siguen todo el proceso descripto, es malo atarse a la regla que lo ha llevado hasta el fin del Sendero.
Así como la experiencia potencial siempre forja un porvenir de felicidad, la experiencia práctica es un estorbo en el camino del adelanto.
Sucede que hay almas que practicaron todas las reglas de la Meditación, de la Concentración y de la Contemplación, recibiendo inmensos beneficios y bebiendo a grandes sorbos el Éxtasis del Divino Amor. Pero, la predisposición reglamentaria que las llevó a la Unión se transformó en hábito y, a veces, es una causa de atraso, es una muralla impenetrable que les impide pasar al conocimiento total de la mística y establecerse en un punto definitivo de la Unión permanente.
El alma verdaderamente sabia es libre siempre; toma y da, usa y tira, haciéndolo hasta con las reglas más grandes de la vida interior.
Lo difícil de determinar es el momento oportuno en el cual se debe arrojar las muletas; es saber cuál es el instante en que los medios utilizados pueden ser sustituidos por el esfuerzo propio de la voluntad-conciencia.
Al océano de la vida hay que entrar desnudo del todo; nadie llegará a penetrar en el Sancta Sanctorum sin antes haber desechado lo que le ha servido para la experiencia, incluso las más sagradas y solemnes.
Todo, absolutamente todo, hasta el Maestro más perfecto es sólo un compañero de viaje en la senda Mística, al que hay que abandonar cuando la luz que alumbra se transforma en impedimento que obstaculiza la otra Luz que ha surgido detrás de Él: la Luz Eterna.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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