Curso III - Enseñanza 13: La Imaginación Creadora

El hombre sueña continuamente y no obtiene casi nada. El Hijo plasma sus sueños divinos.
Los ejercicios de oración son técnicas humanas para conseguir un resultado divino.
Es muy conveniente la racionalización de los métodos de meditación, pero hay que tener cuidado en no racionalizar la oración misma.
El medio debe ser conocido, experimentado, dominado. Pero no puede establecerse una metodología de la oración en sí.
Para el Hijo que vive en el mundo el ejercicio de la meditación tiene gran importancia; es el acto trascendente del día que transforma poco a poco toda su vida.
Para el alma consagrada la vida no es una serie de actos sucesivos. La rutina siempre idéntica hace que toda sucesión carezca de sentido, y la permanencia del ritmo siempre igual hace que la vida, poco a poco, se haga permanencia.
El ejercicio de la meditación, que es sólo un acto, comienza a perder valor aparente frente al acto vital de presencia y la oración no puede ya encasillarse dentro del molde de un ejercicio y se expande hasta hacerse vital en el alma y abarcar a todo el ser. Deja de ser un acto para ser un acto expansivo. Escapa a la ubicación en el tiempo para ser fuera del tiempo, una oración vital, integral.
Por eso la oración en sí no puede ser racionalizada; es el modo de ser del alma realizada.
A través de los ejercicios tomaron forma los sueños divinos. A través de la rutina se hicieron vida. A través de la Renuncia tomaron realidad permanente. A través de la expansión se hicieron universales.
Nadie puede detener la fuerza expansiva de la Idea Espiritual alimentada por la renuncia viva de las almas consagradas y ésta es la fuerza-vida que alimenta y sostiene los sueños y esperanzas de la Humanidad atribulada.
Las ideas y proyectos mezquinos de los hombres concluyen siempre en su misma miseria, pero el sacrificio continuo y las aspiraciones ideales de las almas consagradas se plasma siempre, necesariamente, en frutos de paz y liberación para el mundo.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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