Curso IX - Enseñanza 6: Comentarios Registrados de las Exposiciones del Caballero Gran Maestre

Nos comentó sobre el particular motivo de preocupación que tenía respecto de sus Hijos Ordenados que viven en el mundo, dado que hasta hace poco tiempo, él mismo no comprendía cómo unir el Voto de renunciamiento a sí mismo y la siempre constante acción efectiva que determina ese infierno constante que es el mundo.
Un principio de actual conocimiento supermental nos da la solución. Debemos pensar en la era atómica, y saber que la acción que desarrollamos no es más que la administración de energías, pensamientos y emociones que han formado el depósito de bienes de nuestra Divina Madre. Somos predestinados, y por esa divina elección no es posible comportarse como los demás seres del mundo que no tienen voto.
Ellos, al influjo de un pensamiento deseado en querer lograrlo, vuelcan efectivamente todas sus energías en ese fantasma del éxito personal, se adhieren al triunfo y ceden desde ese instante al fantasma (su fantasía imaginativa de una obra) su poder interior, quedando desde ese instante ligados y dominados a su propio fantasma.
Los Hijos Ordenados, Superiores, deben “comprender”, si esto es posible, que su acción ha de merecer todo el esfuerzo que haga posible la obra a engendrar, pero sin dar su riqueza interior, ya que ella ha sido ofrendada a la Divina Madre. El deseo de apego a la labor personal debe destruirse para que sólo el íntimo realizar de la Madre sea el objetivo último de nuestro fin.
Nuestro trabajo diario, la pérdida del mismo, el fracaso de nuestra profesión, el pobre rendimiento económico, son los principales motivos de la intención recta de obrar en nombre de Nuestra Madre. Es necesario el total desapego, vivir en el centro del corazón, para absorber este principio que obra sin gasto interior, que puede provocar líneas variables y distintas de moverse.
Este método es seguido magistralmente por los rusos en la actualidad con la muerte de Stalin. Lo derriban para que se expanda en el futuro con más fuerza, es decir, no siguen empecinadamente una línea recta única de acción efectiva, tipo Estados Unidos, donde acero, capital y religión, se centran para resistir siempre centrados en una idea que los domina y absorbe.
También nos habló cómo practicar este principio como Superiores de Tabla. Al enseñar y dirigir almas, si no eliminamos las escorias de nuestros hábitos personales, damos la idea de Cafh, pero con nuestro arraigo a filosofía, a religión, a sangre que nos es propia de nuestro desarrollo como niños y hombres.
La Enseñanza exige identidad interior con la Madre, alejándose totalmente de los Hijos, no participando en afectos humanos con ellos, para que la separatividad de nuestro sentimiento no nos encadene a una obra distinta de la que Cafh nos entrega.
Los Hijos nunca debieran decir: mi Superior es docto, practica tal religión, es profesional, es firmemente partidario de tal partido político o de tal obra social; sino que su expresión debe solamente centrarse en: es mi Superior, es mi Director Espiritual.
No hacernos a la idea de que los Hijos son nuestros; permanecer totalmente desapegados como prueba, al cambiarlos de Tabla o separárnoslos de nuestra dirección.
Cafh tiene un mensaje para la Humanidad: hacer participar a los seres a la práctica de la Religión Universal, que supone superación por transmutación y no por aniquilación, de todos los dogmas, y hace santuario al corazón del ser humano.
Su mensaje tan paralelamente desarrollado por Cafh con los grandes saltos de la Humanidad actual es punto de adhesión a esta obra de acción con tal desapego.
Nos dijo que este método exige a veces abstinencia, y luego la no abstinencia, para que el conocimiento de la acción y de la reacción, nos depare la sintonización con la Ley Cósmica y no individual y humana.
No ser, no poseer, pero obrar sobre la tierra como Hijos predestinados a dar muestra de la riqueza de Nuestra Madre.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

Relacionado