Fue dicho que el amor es el principio y el fin del Sendero; por eso, la Senda Real es aquella del amor.
Páginas enteras se necesitarían para explicar el magno poder del corazón.
Vishudda, el centro de la garganta, únicamente influye sobre los cuerpos mentales.
La vibración es su único derivado. Por eso encierra en sí el más suave, el más sutil, el más terrible de los poderes.
El dominio de la mente, que se logra al poseer la realización de este sexto Centro, da la séxtuple visión del Universo.
Verdadero Ojo de Dios, Ajna, abre todos los tesoros que brotaron de la mente de la Madre Divina para mostrarlos con todos sus detalles al Vidente.
Muy ardua tarea es describir el Centro Coronario, pero lo es más aún enumerar sus poderes y el valor de su desarrollo.
Baste decir que es el único Centro que vierte en el sistema septenario del hombre las fuerzas espirituales.
A los ojos atónitos del clarividente se presentan en el aura, o séptimo subplano del mundo astral, las Ruedas Etéreas como hermosísimas flores, que abren sus corolas a la luz del desenvolvimiento espiritual que las estimula.