Pruebe el hombre querer lo que él quiere, a buscar, no lo que las enmarañadas ideas ajenas han formado en su mente, sino lo que es en él inclinación natural, mental y espiritual, y verá cómo la mente contesta al llamado de la Voluntad y cómo la Voluntad levanta aquél extraño poder personal, que es la potencia del ser en sí.